Citas de Marcus Tullius Cicero
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Prefiero el conocimiento sin nada que decir a la locuacidad ignorante.

Prefiere dejar el crimen de los culpables impune que condenar al inocente.

La función de la sabiduría es discriminar entre el bien y el mal.

Una paz injusta es mejor que una guerra justa.

La confianza es aquél sentimiento a través del cual la mente se embarca en cursos grandes y honorables con esperanza cierta y fe en sí misma.

Serás tan valioso para los demás como lo has sido para ti mismo.

Las leyes deben interpretarse en un sentido liberal de modo que su intención pueda ser preservada.

El honor es la recompensa de la virtud.

Esta es la verdad: así como de una llama encendida provienen miles de chispas, del mismo modo una multitud de seres reciben la vida del Creador y regresan luego a él.

La verdadera gloria se arraiga e incluso se extiende; todas las falsas pretensiones, como las flores, caen al suelo, y tampoco puede alguna falsificación durar por mucho tiempo.

Grande es nuestra admiración del orador que habla con fluidez y discreción.

Lo que uno tiene, lo debe utilizar: y todo lo que haga lo debe hacer con todas sus fuerzas.

En un trato honorable debes considerar lo que planeaste, no lo que dijiste o pensaste.

Los ojos como centinelas ocupan el lugar más alto en el cuerpo.

El espíritu es el verdadero yo. El espíritu, la voluntad de ganar y el deseo de sobresalir son las cosas que perduran.

Odios no comprometidos y concebidos son para temerles más que a los abiertamente declarados.

Según la ley de la naturaleza es justo que nadie se haga más rico a través de daños y lesiones sufridas por otro.

Hay más hombres ennoblecidos por el estudio que por la naturaleza.

Cuando estás aspirando al lugar más alto, es honorable llegar al segundo o incluso el tercera nivel.

Sólo emplea su pasión quien no puede hacer uso de su razón.