Citas de Oscar Wilde

¿Quién, siendo amado, es pobre?

La caridad genera una multitud de pecados.

En América los jóvenes siempre están dispuestos a dar a quienes son mayores que ellos mismos todos los beneficios de su inexperiencia.

Siempre hay algo absurdo en las emociones de las personas que hemos dejado de amar.

Un hombre no puede creer lo imposible, pero el hombre no puede creer lo improbable.

La diferencia entre literatura y periodismo es que el periodismo es ilegible y la literatura no es leída.

La ambición es el germen del que procede todo el crecimiento de la nobleza.

Una de las muchas lecciones que uno aprende en la cárcel es que las cosas son lo que son y serán lo que serán.

Conversaciones sobre el clima es el último refugio de la falta de imaginación.

Cuando los dioses quieren castigarnos, responden a nuestras oraciones.

Cuando la gente está de acuerdo conmigo siempre siento que estoy equivocado.

No hay nada más difícil de casar que una nariz grande.

Yo soy la única persona del mundo a quien me gustaría conocer a fondo.

La función del artista es inventar, no hacer una crónica.

No hay ninguna necesidad de separar al monarca de la turba; toda autoridad es igualmente mala.

Los libros que el mundo llama inmorales son libros que muestran al mundo su propia vergüenza.

No existe un libro moral o inmoral. Los libros están bien escritos o mal escritos.

El mundo se divide en dos clases: aquellos que creen en lo increíble y quienes hacen lo improbable.

La máquina de escribir, cuando es usada con carisma, no es más molesta que el piano cuando lo toca una hermana o un pariente.

La vida imita al arte mucho más que el arte imita la vida.