Vanidad citas y frases
Todos los hombres sueñan, pero no igual. Quienes sueñan de noche en los polvorientos recovecos de sus mentes, se despiertan en el día para darse cuenta que era vanidad: pero los soñadores de día son hombres peligrosos, porque pueden actuar sus sueños con los ojos abiertos, para hacerlos posibles.
Al representar el trabajo de uno, la propiedad de otros, aprecian el orgullo, el lujo y la vanidad por un lado; por el otro, vicio y servilismo, u odio y rebelión.
Hay dos clases de orgullo, uno bueno y otro malo. 'El orgullo bueno' representa nuestra dignidad y amor propio. 'El orgullo malo' es el pecado mortal de superioridad que apesta a vanidad y arrogancia.
La vanidad es lo más saludable en la vida.
La vanidad puede aplicarse a la inseguridad y al egoísmo. Así que me distancio a mí mismo, porque lo siento todo.
Detrás de toda su vanidad personal, las mujeres tienen siempre un menosprecio impersonal para la mujer.
Si la infancia y la juventud son vanidades, no debe ser nuestra ambición convertirnos en hombres?
La vanidad es un regalo de Dios para los hombres pequeños.
El talento es dado por Dios; sé humilde. La fama es dada por el hombre; sé agradecido. La vanidad es dada por uno mismo; ten cuidado.
Para ser justo, la vanidad es una gran motivación.
Me parece que, en cada cultura, me cruzo con un capítulo dirigido a 'Sabiduría'. Y entonces sé exactamente lo que va a seguir: ' vanidad de vanidades, todo es vanidad'.
Tal vez no haya más evidente vanidad que escribir de ella tan vanamente.
La vanidad fácilmente puede superar la sabiduría. Generalmente supera el sentido común.
Si la gente compra mis libros por vanidad, lo considero como un impuesto a la idiotez.
La vanidad es un tema delicado para los hombres homosexuales.
Cuando más difícil resulta ofender a nuestra vanidad es cuando nuestro orgullo acaba de ser ofendido.
Los verdaderos personajes de la ignorancia son la vanidad, el orgullo y la arrogancia.
No tenemos paciencia con la vanidad de otras personas porque es ofensivo para nuestra propia vanidad.
Sin vanidad, sin coquetería, sin curiosidad, en una palabra, sin la caída, la mujer no sería mujer. Gran parte de su gracia está en su fragilidad.
Las señoras de la moda se mueren de hambre de su felicidad para alimentar su vanidad y de su amor por alimentar su orgullo.