Citas de Franz Schubert
Sobre todas las cosas, no debo enojarme. Si me llego a enorjar, le saco todos los dientes de la boca al pobre miserable que me haya hecho enojar.
Nunca me obligo a ser devote, excepto cuando me siento muy inspirado. Y nunca compongo himnos sagrados a menos de que sienta devoción real y verdadera en mí.
Hay dos impulsos contrarios que rigen el cerebro de este hombre, uno el cuerdo y el otro excéntrico. Alternan en intervalos regulares.
Nuestro castillo no es imponente, pero está bien construido y rodeado por un jardín muy fino. Vivo en casa del Alguacil.
El administrador es de quién es la culpa por distribuir los papeles a sus jugadores que ellos no son capaces de jugar.
Si selo tu mente pura y limpia pudiera tocarme, estimado Haydn, nadie tiene una mayor reverencia por ti que yo.
Cada noche cuando me voy a dormir, espero que no despierte de nuevo, y cada mañana renueve mi dolor.
Nadie siente la pena de otro, nadie entiende la alegría de otro. Las personas se imaginan que se pueden alcanzar el uno al otro. En realidad ellos sólo se pasan de largo unos a otros.
Feliz es el hombre que encuentra a un verdadero amigo, y es mucho más feliz el que encuentra a ese verdadero amigo en su esposa.
Hay ocho chicas en la casa en la que estoy viviendo, y prácticamente todas ellas son guapas. Puedes darte cuenta que me mantengo ocupado.