Humildad citas y frases
La vida de Cristo fue una vida de sencillez y humildad. Sin embargo, su misión fue infinitamente exaltada. Cristo es nuestro ejemplo en todas las cosas.
No hay ningún respeto por los demás sin humildad en uno mismo.
Fue el orgullo lo que transformó a los ángeles en demonios; es la humildad lo que hace ángeles de los hombres.
No hay enfermedad más propicia a la humildad clínica que el aneurisma de la aorta.
Un buen joven debería tener un temor de Dios, someterse a sus padres, dar honor a sus antepasados; preservar su pureza; no debería despreciar la humildad, pero debería amar la paciencia y modestia. Todos estos son un adorno a los años juveniles.
Hay algo de humildad que extrañamente exalta el corazón.
Un cristiano revela verdadera humildad mostrando la dulzura de Cristo, estando siempre listo para ayudar a los demás, diciendo palabras amables y realizando actos generosos, que elevan y ennoblecen el más sagrado mensaje que ha llegado a nuestro mundo.
Agrademos a Cristo, nuestro Señor, para que nos conceda la verdadera humildad y la abnegación de la voluntad y del razonamiento, para que podamos merecer el empezar a ser sus discípulos.
Es esencial emplear, confiar y recompensar a aquellos cuyos perspectiva, habilidad y juicio son radicalmente diferentes a los suyos. También es raro, ya que requiere de una humildad, tolerancia y sabiduría poco comunes.
El mejor amigo de la verdad es el Tiempo, su peor enemigo es el perjuicio, y su compañero fiel es la humildad.
La humildad me mantiene yendo hacia delante.
¿Deseas ser grandioso? Entonces empieza por ser. ¿Deseas construir una tela vasta e idealista? Piensa primero en los fundamentos de la humildad. Cuanto mayor tu estructura deba ser, más profundo debe ser su cimiento.
El orgullo nos hace artificial y la humildad nos hace reales.
La vida es una larga lección de humildad.
Temprano en la vida tuve que elegir entre la arrogancia honesta y la humildad hipócrita. Opté por la primera y no he visto ninguna razón para cambiar de parecer.
Creo que la primera prueba de una persona verdaderamente grandiosa es su humildad.
No hay jardinería sin humildad. La naturaleza constantemente envía a sus eruditos más antiguos al fondo de la clase de la clase por algún error notorio.
La primera prueba de un hombre verdaderamente grande es su humildad. Con humildad, no digo que dude de sus poderes o que vacile al hablar de su opinión, sino que comprende la relación de lo que puede decir y lo que puede hacer.
Tendemos a la falta de humildad hacia el amor, de tratarlo condescendientemente en lugar de arrodillarnos ante él, de anteponer consideraciones mundanas antes la necesidad emocional de tener a alguien en nuestros brazos.
El golf como deporte es una lección de humildad.