Bondad citas y frases
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Resulta que yo soy cristiano, pero sé que hay un solo Dios. Las personas que adoran la bondad, el amor, la amabilidad y la verdad están adorando al mismo Dios.
Las personas merecen ser tratadas con bondad.
Necesitamos más bondad, más compasión, más alegría, más risa. Yo definitivamente quiero contribuir a eso.
Una sonrisa es el idioma universal de la bondad.
La bondad y el esfuerzo son recompensados con respeto.
¿Qué sabiduría puede uno encontrar que sea más grande que la bondad?.
Los hombres son más propensos a vengar lesiones físicas que a recompensar con bondad.
La bondad de una mujer, y no su bello aspecto, se ganará mi amor.
La bondad en nosotros mismos es la miel que desafila la punzada de la rudeza de otro.
Siempre les digo a las chicas jóvenes, rodéate de bondad. Aprendí muy temprano cómo alejar a los enemigos de mi vida.
Cualquier posesión que obtengamos por nuestra espada no puede ser segura o duradera, pero el amor ganado por bondad y moderación es definitivo y duradero.
Donde la mente es más grande, el corazón, los sentidos, la grandeza, la caridad, la tolerancia, la bondad y el resto de ellos apenas tienen espacio para respirar.
Una palabra suave, una mirada amable, una sonrisa bondadosa puede hacer maravillas y lograr milagros.
Ser capaz de una amistad constante o de un amor duradero, son las dos pruebas más grandes, no sólo de la bondad del corazón, sino de la fuerza de la mente.
De todas las virtudes y dignidades de la mente, la bondad es la más grande, siendo el carácter de la Deidad; y sin ella, el hombre es un ser ocupado, travieso y miserable.
Es por la bondad de Dios que en nuestro país tenemos esas tres cosas inefablemente preciosas: la libertad de expresión, la libertad de conciencia y la prudencia para nunca practicar ninguna de las dos.
La bondad es tranquila. No centellea, resplandece.
Las personas tienen bondad en sus corazones.
Nada es negro o blanco, nada es "nosotros o ellos". Pero luego hay cosas mágicas, hermosas en el mundo. Hay increíbles actos de bondad y valentía y en los lugares más inesperados, y te da esperanza.
Creo en un Dios, la primera y más grande causa de la bondad. También creo en Jesucristo, el renacimiento del mundo. También creo en el Espíritu Santo, el consolador.