Citas de Walter Savage Landor

La vanidad de un hombre le dice lo que es honor, la conciencia de un hombre lo que es justicia.

Una mente ingenua siente inmerecido elogio el reproche más amargo.

La prosa, en ciertas ocasiones, puede contener una gran cantidad de poesía; por otro lado, la poesía se hunde y desvanece bajo el peso moderado de la prosa.

En una discusión la verdad siempre prevalece finalmente; en la política, la mentira lo hace siempre.

No me esforcé con ninguno; ya que ninguno fuera digno de mis luchas.

La escritura de los sabios es la única riqueza que nuestra posteridad no puede desperdiciar.

No hay nada en la tierra divina excepto humanidad.

La demora en la justicia es injusticia.

Hay placer en el canto, aunque ninguno oíga sino el cantante.

La bondad no hace a los hombres más ciertamente felices de lo que la felicidad los hace buenos.

Los grandes hombres pierden algo de su grandeza por estar cerca nuestro; los hombres ordinarios ganan mucho.

A menudo nos parece que sufrimos de ingratitud, mientras que en realidad sufrimos de amor propio.

El estudio es la pesadilla de la infancia, el aceite de la juventud, la indulgencia de la edad adulta y un restaurador en la vejez.

Cada secta es una revisión moral a su vecino. La competencia es sana tanto en la religión como en el comercio.

Incluso el disputante más débil se hace tan presumido por lo que él llama religión, tanto que se cree más sabio que el más sabio que piensa diferente a él.

Creemos que sufrimos de ingratitud, cuando en realidad sufrimos de amor propio.

La música es un don de Dios al hombre, el único arte del cielo dado a la tierra, el único arte de la tierra que llevamos al cielo.

Tan pronto como somos felices queremos ser aún más felices.

Mis pensamientos son mi compañía; puedo acercarlos, seleccionarlos, detenerlos, despedirlos.

El sabio se hace igual al imprudente en las cámaras encantadas de Poder, cuyas lámparas hacen que todos los rostros se vean del mismo color.