Gratitud citas y frases
Nadie puede lograr el éxito sin reconocer la ayuda de otros. Aquel que es sabio y seguro reconoce esta ayuda con gratitud.
La gratitud abre la plenitud de la vida. Convierte lo que tenemos en suficiente, y más. Convierte la negación en aceptación, el caos en orden, la confusión en claridad. Puede convertir una comida en una fiesta, una casa en un hogar, un extraño en un amigo.
La gratitud no es solo la más grande de las virtudes, sino también la madre de todas las demás.
No tengo que perseguir momentos extraordinarios para encontrar la felicidad — ella está justo en frente de mí si presto atención y practico la gratitud.
Si tener un alma significa ser capaz de sentir amor, lealtad y gratitud, los animales son mejores que muchos de los seres humanos.
La característica dominante de una auténtica vida espiritual es la gratitud que emana de la confianza — no sólo por todos los regalos que recibo de Dios, sino la gratitud por todo el sufrimiento. Porque en esa experiencia purificadora, el sufrimiento ha sido a menudo el camino más corto a la intimidad con Dios.
La gratitud puede transformar días comunes en días de acción de gracias, convertir trabajos rutinarios en alegría y cambiar oportunidades ordinarias en bendiciones.
La oración cobra más significado al asesorar teniendo al Señor en todas nuestras acciones, al expresar gratitud sincera, y al orar por los demás.
Uno recuerda con aprecio los maestros brillantes, pero con gratitud a aquellos que tocaron nuestros sentimientos humanos. El plan de estudios es tanta materia prima necesaria, pero la calidez es el elemento vital para una planta en crecimiento y para el alma del niño.
La belleza de la naturaleza es que es un regalo que cultiva aprecio y gratitud.
A menudo nos parece que sufrimos de ingratitud, mientras que en realidad sufrimos de amor propio.
La gratitud a la gratitud siempre da a luz.
Hay almas serviles que llevan su agradecimiento por los favores que les han hecho hasta tal extremo que se estrangulan ellos mismos con la cuerda de la gratitud.
La gratitud concede reverencia, permitiéndonos encontrar las epifanías cotidianas, esos momentos trascendentes del asombro que cambian para siempre cómo experimentamos la vida y el mundo.
La gratitud es el sentimiento interno de la bondad recibida. El agradecimiento es el impulso natural para expresar ese sentimiento. La acción de dar las gracias es lo que le sigue a ese impulso.
Cuando practicas la gratitud, existe un sentido de respeto hacia los demás.
A la felicidad no se puede viajar, no puede ser poseída, ganada, usada o consumida. La felicidad es la experiencia espiritual de vivir cada minuto con amor, gracia y gratitud.
Mantengo que el agradecimiento es la forma más alta de pensamiento, y la gratitud es la felicidad duplicada por el asombro.
Escribo sobre el poder de intentar, porque quiero estar bien con fracasar. Escribo sobre la generosidad porque batallo contra el egoísmo. Escribo sobre la alegría porque conozco a la tristeza. Escribo sobre la fe porque casi perdí la mía, y sé lo que es estar quebrantado y en necesidad de redención. Escribo acerca de la gratitud porque estoy agradecido, por todo.
Todo lo que hagamos debe ser el resultado de nuestra gratitud por lo que Dios ha hecho por nosotros.