Dios citas y frases
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El monoteísmo me pone de mal humor. No confío en ninguna religión que haga que Dios se parezca a uno de la clase dominante. Supongo que soy un pagano o un animista.
Las reales contradicciones de mi vida son en cierto sentido signos de la gracia de Dios para conmigo.
No estamos en paz con los demás porque no estamos en paz con nosotros mismos, y no estamos en paz con nosotros mismos porque no estamos en paz con Dios.
Dios puede estar en los detalles, pero la diosa está en las preguntas. El momento que comenzamos a preguntarlas, no hay marcha atrás.
Sólo permanecer callados en la presencia de Dios, escuchándolo, estando atentos a Él, requiere de mucha valentía y conocimiento.
No es por que los ángeles sean más santos que los hombres o los demonios que son ángeles, sino porque no esperan santidad de nadie, excepto de solo Dios.
Ah, mon cher, para aquel que está solo, sin Dios y sin maestro, el peso de los días es terrible.
La mente, en proporción como es cortada de la libre comunicación con la naturaleza, con revelación, con Dios, con sí misma, pierde su vida, así como el cuerpo cae cuando le es prohibido el aire y la luz que anima desde el cielo.
Realmente creo que Dios provee.
El hombre se encuentra en la razón, Dios en las pasiones.
Dios creó al hombre a su semejanza, dice la Biblia; los filósofos hicieron lo contrario: ellos crearon a Dios a la de ellos.
Dios perdona a aquellos que inventan lo que necesitan.
Realmente creo que Dios es amor, un profundo afecto y gracia y perdón e inspiración.
Es común para aquellos que están más alejados de Dios, que ellos mismos se jacten de estar cerca de la Iglesia.
¿Sé que hay un Dios? Algunos días no lo sé.
Dios requiere de ti que como individuo que llegues hasta el punto, que hagas una entrega completa. No puedes servir a Dios y a Mamón.
El ojo de Dios no duerme. Conoce cada pecado que se esconde del ojo de los humanos.
Ligereza, bromear y chansear, sólo puede consentirse a expensas de la aridez del alma y la pérdida del favor de Dios.
Dios es amor y su ley es amor. Sus dos grandes principios son el amor a Dios y el amor al hombre.
Los ministros elegidos por Dios participan en una gran obra. Están combatiendo no sólo contra los hombres, sino contra Satanás y sus ángeles.