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Citas de William Shakespeare
(página 8)

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¡El diente pozoñoso de la sierpe es menos desagradable que el dolor de tener un hijo ingrato!.

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Ser o no ser, ésa es la cuestión.

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El que es vertiginoso piensa que el mundo se da la vuelta.

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Sabiamente y lento. Tropezan los que corren rápido.

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A mala querella no hay valor verdadero.

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Sin tener nada, nada puede perder.

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Más cuenta me tendría que me comiera el moho, que no el ser reducido á la nada con movimiento perpetuo

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Que cada ojo negocie por sí mismo y no confies en ningún agente.

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Digo que no hay tinieblas sino en la ignorancia.

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Ahora es el invierno de nuestra insatisfacción.

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Tú sabes que la primera vez que olemos el aire, gritamos y lloramos. Cuando nacemos, lloramos por haber llegado a este gran estado de tontos.

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Los cobardes mueren muchas veces antes de su muerte; los valientes nunca sienten la muerte sino sólo una vez.

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¿Qué hay dentro de un nombre? Que lo que llamamos rosa por cualquier otro nombre podría oler tan dulce.

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Yo tengo una encantadora vida.

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No les gusta que no muestren su amor.

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Escucha a muchos, habla con unos pocos.

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El caudal del verdadero amor nunca suave.

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Había perdido el tiempo, y ahora el tiempo me desgasta.

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No hay oscuridad sino ignorancia.

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Más valen tres horas adelantadas que un minuto tarde.

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