Citas de Khalil Gibran

Y no te olvides de que la tierra se deleita al sentir tus pies descalzos y los vientos al jugar con tu pelo.

Continúa marchando. No te retrases. Ir hacia adelante es avanzar hacia la perfección. Continúa marchando y no temas las espinas ni las afiladas piedras en el sendero de la vida.

Sólo cuando beba del río del silencio, podrá cantar. Y cuando haya llegado a la cima de la montaña, es cuando podrá empezar a subir. Y cuando la tierra reclame sus extremidades, entonces será cuando realmente baile.

La belleza es la eternidad mirándose en un espejo.

Ámense los unos a los otros, pero no hagan del amor un lazo: más bien déjenlo ser un mar en movimiento entre las orillas de sus almas.

Si amas a alguien, dejarlo ir, si regresa, es porque siempre fue tuyo. Y si no, nunca lo fue.

Ser capaz de ver las satisfacciones de la propia vida, es vivir dos veces.

Su vida está determinada no solo por lo que la vida te trae, sino por la actitud que traes a la vida; no tanto por lo que te sucede, sino por la forma en que tu mente mira lo que pasa.

Un amigo que está lejos es a veces mucho más cercano que aquel que está a la mano. No es la montaña más imponente y más visible a uno que va pasando por el valle que a aquellos que habitan en la montaña?.

La tristeza es un muro entre dos jardines.

La vida sin libertad es como un cuerpo sin espíritu.

Si tu corazón es un volcán, ¿cómo esperas que las flores florezcan?

Tu vida diaria es tu templo y tu religión. Cuando entras en ella llevas contigo todo tu ser.

Y siempre se ha sabido que el amor no sabe de su propia profundidad sino hasta la hora de la separación.

Rebelión sin verdad es como la primavera en un desierto árido y desolado.

Ustedes son los arcos desde los que sus hijos son lanzados como flechas vivientes.

El progreso no se encuentra al mejorar lo que es, sino al avanzar hacia lo que será.

Cuando nos buscamos unos a otros para aconsejarnos reducimos el número de nuestros enemigos.

Si el abuelo del abuelo de Jesús hubiera sabido lo que estaba oculto dentro de él, habría permanecido humilde y su alma se hubiese llenado de asombro.

Para muchos una doctrina es como el cristal de una ventana. Vemos la verdad a través de él pero nos separa de la verdad.