Citas de Khalil Gibran
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La generosidad no es darme lo que necesito más de lo que necesitas tú, sino darme lo que necesitas más que yo.
Ojalá yo fuera un pozo seco, y que la gente arrojara piedras dentro de mí, pues eso sería más fácil que ser un manantial de agua corriente que los sedientos pasan por alto y del cual evitan beber.
Ningún hombre puede revelarte nada más que lo que ya está medio dormido en el amanecer de tus conocimientos.
Santificar el cuerpo como un templo de simpatía y santificar el corazón como un sacrificio al amor; el amor recompensa a los adoradores.
Ellos consideran que tengo una visión aguda y penetrante porque los veo a través de la malla de un tamiz.
¿Dónde está la justicia del poder político si ejecuta el asesino y encarcela el saqueador, y entonces ella misma marcha sobre tierras vecinas, matando a miles y saqueando las colinas?
Para entender el corazón y la mente de una persona, no mires lo que ya ha logrado, sino lo que él aspira a lograr.
Tus hijos no son tus hijos. Son los hijos e hijas del anhelo de la Vida por sí misma. Vinieron a través de ti pero no de ti y aunque están contigo, aún no te pertenecen.
La muerte se asemeja más a un profeta sin honor en su propia tierra o a un poeta que es un extraño entre su pueblo.
Ayer obedecimos a los reyes y doblamos el cuello antes los emperadores. Pero hoy sólo nos arrodillamos a la verdad, seguimos sólo belleza y obedecemos solamente al amor.
Cuando estás triste, vuelve a mirar en tu corazón, y verás que en verdad estás llorando por lo que ha sido tu deleite.
La sabiduría deja de ser sabiduría cuando se vuelve demasiado orgullosa como para llorar, demasiado grave como para reírse y demasiado egoísta como para buscar algo más que a sí misma.
