Citas de Joyce Meyer
Muy pronto en mi vida, tenía el alma rota. Fui abusada por mi padre, abandonada por mi madre y acabé en un primer matrimonio destructivo. Cuando tenía 23 años, mi alma estaba rota. No sabía cómo pensar correctamente.Me sentía mal por todo. Pero Dios entró en mi vida, y salí del otro lado y ni si quiera olía a humo.
La oración es un fundamento básico de la relación de un cristiano con Dios. Es como nos comunicamos y entramos en comunión con él. Pero un sorprendente número de gente, jóvenes y viejos, nuevos e incluso cristianos de larga duración, dicen que no están satisfechos con su vida de oración.
Mientras lees o escuchas la Palabra de Dios y pasas tiempo hablando con Él en oración, tu espíritu eventualmente se hará más fuerte que tu carne.
El reproche es vergüenza, culpa, desgracia, rechazo y una actitud irrespetuosa hacia sí mismo. Cuando uno está bajo reproche, su comportamiento lo demuestra.
No tienes que dar paso al discurso descuidado o ni a las quejes. No tienes que dejar que tus sentimientos obstaculizar lo que Dios quiere hacer en tu vida.
Cada vez que colaboramos con Dios, damos un paso gigante hacia adelante. Porque cuando Dios nos pide que cambiemos, es por que El siempre tiene algo mejor para darnos — más libertad, más alegría y mayores bendiciones.
Hay una parte de ti — la parte nacida de nuevo, tu espíritu — que está muerto al pecado. Es por eso que te molesta ahora cuando pecas. Tu parte 'desierta' — tu alma — es tu mente no renovada, emociones fuera de control y obstinada voluntad.
No te quejes. Los israelitas perdieron cuarenta años murmurando y quejándose en el desierto, cuando podrían solo haber obedecido a Dios y entrado a la Tierra Prometida.
Como sociedad global, no tenemos que acordar, aprobar o tolerar los estilos de vida de los demás. Sin embargo, la historia nos ha enseñado que igualmente no podemos y no debemos disculpar a esos que se esconden detrás de la religión o el mal uso de la palabra de Dios para justificar la intolerancia y persecución.