Tranquilidad citas y frases
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No podemos aprender de los demás hasta que no dejamos de gritarnos unos a otros: hasta que no hablamos con la tranquilidad suficiente como para que nuestras palabras se oigan tanto como nuestras voces.
Como la vida es muy corta y las horas de tranquilidad en ella pocas, no debemos malgastar ninguna de ellas leyendo libros sin valor.
Nunca, por el bien de la paz y tranquilidad, niegues tu propia experiencia o convicción.
La paz es libertad en tranquilidad.
Llenar un jarrón con flores por la mañana puede dar una sensación de tranquilidad en un día lleno de actividades. Lo mismo sucede al escribir un poema o al rezar una plegaria.
Es tan importante tener en cuenta que cada vez que te molestas, drena tu energía emocional. Perder tu tranquilidad te hace agotar. Enojarse mucho daña tu salud.
Cuando hayas visto más allá de ti mismo, entonces puede que encuentres que la tranquilidad está esperando allí.
No es ni riquezas ni esplendor; pero tranquilidad y oficio lo que te da felicidad.
Las pequeñas cosas parecen insignificantes, pero dan tranquilidad , como esas flores de prado que individualmente parecen carecer de perfume pero que todas juntas aromatizan el aire.
Estoy agradecido de que la llave más importante en la historia haya sidoinventada. No es la llave de tu casa, tu coche, tu barco, tu caja de seguridad, el candado de tu bicicleta o de tu comunidad privada. Es la llave del orden, de la cordura, y la tranquilidad de la mente. La llave es 'Borrar'.
Cuando soy capaz de resistir la tentación de juzgar a otros, puedo verlos como maestros del perdón en mi vida, recordándome que sólo puedo tener tranquilidad cuando perdono en vez de juzgar.
Creo que a través del conocimiento y la disciplina es posible lograr la tranquilidad financiera para todos nosotros.
Después de cuatro años en las Naciones Unidas a veces añoro la paz y la tranquilidad de una convención política.
Mientras más ocupados estamos más tranquilidad tenemos.
Incluso en momentos de tranquilidad, Murray Walker suena como un hombre cuyos pantalones están prendidos en fuego.