Simpatía citas y frases
La muerte no es la pérdida más grande en la vida. La mayor pérdida es lo que muere dentro de nosotros mientras vivimos.
Las flores crecen de los momentos oscuros.
Acuérdense de mí con sonrisas y risas, pues así es cómo me acordaré de todos ustedes. Si sólo me pueden recordar con lágrimas, entonces no se acuerden de mí para nada.
Los niños, incluso los bebés, son capaces de simpatía. Pero sólo después de la adolescencia somos capaces de compasión.
Casi todas nuestras penas brotan de nuestras relaciones con otras personas.
La preocupación no se vacía mañana de su dolor. Se vacía hoy de su fuerza.
Las insignias no significan nada en sí mismas, pero marcan un cierto logro y son un enlace entre los ricos y los pobres. Para cuando una chica ve una insignia en el brazo de una hermana Scout, si esa chica ha ganado la misma insignia, de repente despierta un interés y simpatía entre ellas.
El rocío de la compasión es una lágrima.
Que aunque el resplandor que una vez fue tan brillante sea ahora tomado para siempre de mi vista. Aunque nada puede devolver la hora del esplendor a la hierba, que se glorifique en la flor. No lloraremos, más bien encontraremos fuerza en lo que resta.
Yo digo a las personas que cuidan de las personas que están muriendo, si de verdad amas a esa persona y quieres ayudarla, está con ellos cuando su fin se acerca. Siéntate con ellos, ni siquiera tienes que hablar. No tienes que hacer nada, sino realmente estar allí con ellos.
No hay mayor dolor que recordar la felicidad en tiempos de miseria.
La única cura para el dolor es la acción.
No importa que tan preparado te creas para la muerte de un ser querido, aún viene como un shock, y aún duele muy profundamente.
Las personas que beben alcohol para ahogar su dolor deben ser dicho que el dolor sabe nadar.
El dolor cambia de forma, pero nunca termina.
La pérdida y la posesión, la muerte y la vida son una. No hay ninguna sombra donde no brille el sol.
Usted encontrará que la mujer que es realmente amable con los perros es siempre una que no ha logrado inspirar simpatía en los hombres.
Cuando las tristezas vienen, no viene una espía, sino batallones.
No hay hay dolor tan grande como el recuerdo de la alegría en la presente aflicción.
Tendremos hombres solamente cuando hagamos de la hombría el objeto del trabajo de las escuelas — inteligencia, amplia simpatía, conocimiento del mundo que fue y que es, y la relación de esto con los hombres -este es el plan de estudios de aquella educación superior que debe ser la base de la vida verdadera.