Nación citas y frases
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El territorio no es sino el cuerpo de una nación. Las personas que habitan en sus colinas y valles son su alma, su espíritu, su vida.
El que controla el suministro de dinero de una nación controla la nación misma.
La verdad es que Oxford es simplemente una ciudad muy hermosa en la que es conveniente segregar un cierto número de los jóvenes de la nación mientras crecen.
Mientras Estados Unidos celebra el Día de los Caídos, nosotros rendimos tributo a quienes dieron la vida en las guerras de nuestra nación.
En esta ceremonia exterior y física somos testigos una vez más de la fuerza interior y espiritual de nuestra nación. Como mi maestra de secundaria, Miss Julia Coleman, solía decir: 'Debemos ajustarnos a los nuevos tiempos y al mismo tiempo ser fieles a principios invariables'.
El tamaño no es la grandeza, y el territorio no hace una nación.
Donde hay un trabajador, hay una nación.
Ahora, si hay una cosa que hacemos peor que cualquier otra nación, es probar y administrar los asuntos de otros.
La retórica es un pobre sustituto para la acción, y hemos confiado sólo en la retórica. Si queremos realmente ser una gran nación, debemos no solamente hablar, sino actuar en grande.
El destino de una nación se puede evitar solamente por una tormenta de pasión que fluye, pero solo aquellos que son apasionados pueden despertar la pasión en otros.
La bendición de Dios en América ha sido desde los inicios de esta nación, y creo que Dios no ha acabado con los Estados Unidos todavía.
Como le va California, le va al resto de la nación.
Cada nación se siente superior a las otras naciones. Esto engendra el patriotismo — y las guerras.
¡La mayor contribución de los judíos a la historia es la insatisfacción! Somos una nación que nació para estar descontenta. Todo lo que existe creemos que puede ser cambiado para mejorar.
Como nación — y como mundo, necesitamos más verdad.
¿Puede una nación ser libre si oprime a otras naciones? No es posible.
La guerra es el acto litúrgico central de los Estados Unidos necesario para renovar nuestro sentimiento de que somos una nación a diferencia de otras naciones.
¡Alimentar a una nación nunca es fácil!
El odio corroe la sabiduría y la conciencia de una persona; la mentalidad de enemistad puede envenenar el espíritu de una nación, instigar luchas brutales de vida o muerte, destruir la tolerancia y la humanidad de una sociedad, y bloquear el progreso de una nación hacia la libertad y la democracia.
Nuestra nación es hoy una nación poderosa.