Imposible citas y frases
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No hay nada imposible para aquel que lo intente.
Las mujeres refinadas suponen que esas cosas que son imposibles de hablar en compañía de personas educadas, realmente no existen.
Es imposible que estemos solos en el universo. Cada vez que pensamos que somos más especiales que otros, comprobamos que estábamos errados.
La ausencia total de humor hace la vida imposible.
Es imposible luchar por los derechos civiles, igualdad de derechos para los negros, sin incluir a los blancos. Porque la igualdad de derechos, el juego limpio, la justicia, son todos como el aire: todos lo tenemos o ninguno de nosotros lo tenemos. Ésta es la verdad.
Tu única obligación en toda la vida es ser fiel a ti mismo. Ser fiel a cualquier otra persona o cosa no sólo es imposible, pero es la marca del Mesías falso.
Rara vez se enmarca una resolución para evitar un mal hasta que el mal está tan avanzado como para hacerse imposible de evitar.
Los problemas son buenos. Los problemas imposibles son incluso mejores.
El propósito de evitar un mal está raramente enmarcado hasta que el mal ha progresado tanto que hace imposible el evitarlo.
Casi todo hombre que desarrolla una idea la trabaja hasta el punto donde parece imposible, y entonces se desalienta. Ese no es el lugar para desalentarse.
Los accidentes, tratar de cambiarlos — es imposible. Lo accidental revela al hombre.
Una remontada en gimnasia es casi imposible en sí misma.
Una vez eliminas lo imposible, lo que sea que quede, sin importar lo improbable que sea, debe ser la verdad.
Me parece que me es imposible leer a Proust.
Tal vez sea imposible para una persona que no hace ningún bien hacer algún daño.
Es imposible andar por la vida sin confianza: es decir, estar encarcelado en la peor celda de todas, uno mismo.
El problema es que en nuestro país, hacen casi imposible que los políticos ganen algo. En Inglaterra es más fácil ganar una demanda por difamación.
La democracia sin moralidad es imposible.
Tantos de nuestros sueños al principio parecen imposibles, luego parecen improbables, y luego, cuando convocamos a la voluntad, pronto se convertirán en inevitables.
Ser un cristiano sin orar es tan imposible como estar vivo sin respirar.