Citas de Gordon B. Hinckley

Dios nos dio nuestra agencia. Él nos enseñó un camino. Él nos mostró que hacer. Pero él nos dio nuestra voluntad y nos dio libertad para actuar como nosotros quisiéramos.

El mayor reto que enfrenta un misionero hoy es olvidarse de sí mismo y perderse en el trabajo.

En muchos aspectos creo que las iglesias hacen un mejor trabajo que el gobierno en varios tipos de cosas. Ampliar la ayuda, la disponibilidad y así sucesivamente. Sí.

He pasado una noche en el hospital en toda mi vida. Ya había pasado los 75 años cuando eso ocurrió.

Cada hombre o mujer tiene derecho a la revelación sobre sus propios asuntos.

No creo que Internet haya contribuido en gran medida a la inmoralidad.

Creo que, en términos generales, el mundo sería mucho más pobre sin la religión.

Todos ejercemos el agenciamiento en las decisiones que tomamos.

Cuando estamos repartiendo los regalos en Navidad, debemos reconocer que compartir nuestro tiempo y a nosotros mismos es una parte muy importante de dar.

No habría Navidad si no hubiera Pascua.

Cuando el "Libro de Mormón" fue publicado por primera vez, algunos de los que creían en él se lo enseñaron a los demás y dieron fe de él.

Doy gracias al Señor por el gran principio de arrepentimiento y perdón.

El trabajo misionero nunca ha sido fácil, y aún así las recompensas gozosas no pueden ser igualadas por ninguna otra experiencia.

He sido bendecido tan abundantemente que no puedo superarlo. Me siento tan ricamente bendecido que quiero extenderlo a otros siempre que pueda.

Todo investigador digno del bautismo se convierte en un converso digno de la salvación.

El medio más persuasivo del evangelio es la vida ejemplar de un fiel Santo de los Últimos Días.

Donde se conoce el espíritu de Cristo, hay mucho de buena voluntad, de respeto, de amor, aprecio y bondad.

En la obra misionera, como en todo lo demás, la preparación precede al poder. El estímulo para prepararse mientras se es aún muy joven puede hacer una gran diferencia.

Jesús dijo, "El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios." No hay excepciones. El bautismo es una ordenanza necesaria.

Todos somos hijos e hijas de Dios y por lo tanto en un sentido muy literal, hermanos y hermanas. Y debemos tratarnos de esa manera.