Citas de Albert Camus
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Lo que el mundo requiere de los cristianos es que continúen siendo cristianos.

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No habrá ninguna paz duradera ni en el corazón de las personas ni en las costumbres sociales hasta que la muerte sea ilegal.

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Es normal regalar un poco de la propia vida para no perderlo todo.

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Los que lloran por los periodos felices que se encuentran en la historia reconocen lo que ellos quieren; no el alivio, sino el silencio de la miseria.

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La virtud no puede separarse de la realidad sin convertirse un principio del mal.

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Sólo una filosofía de la eternidad, en el mundo de hoy, podría justificar la no violencia.

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solíamos preguntarnos dónde vivía la guerra, qué era lo que la hacía tan vil. Y ahora nos damos cuenta que sabemos dónde vive... dentro de nosotros.

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El encanto es una manera de conseguir que te respondan 'sí' sin hacer una pregunta clara.

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El hombre quiere vivir, pero es inútil esperar que este deseo le vaya a dictar todas sus acciones.

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El deseo de posesión es insaciable, a tal punto que puede sobrevivir incluso al amor mismo. Amar, por lo tanto, es esterilizar a la persona que uno ama.

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No hay ningún destino que no pueda ser superado por el desprecio.

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Cada hombre necesita esclavos como necesita aire limpio. Gobernar es respirar, ¿no? Y aún los más marginados respiran. El más bajo en la escala social tiene sus esposas o sus hijos.

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Rara vez confiamos en aquellos que son mejores que nosotros.

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Los que escriben claro tienen lectores, los que escriben obscuro tienen comentaristas.

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Crecí con el mar, y la pobreza para mí era lujosa; luego perdí el mar y encontré que todos los lujos eran grises y la pobreza insoportable.

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Los hombres nunca están realmente dispuestos a morir excepto por el bien de la libertad: por lo tanto no creen en morir completamente.

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Todo lo que sé con seguridad sobre la moralidad y las obligaciones lo debo al fútbol.

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Un líder, un solo pueblo, significa un solo amo y millones de esclavos.

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Las condiciones de trabajo para mi siempre han sido las de la vida monástica: soledad y frugalidad. Con excepción de la frugalidad, son contrarias a mi naturaleza, tanto que el trabajo es una violencia que me hago a mi mismo.

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¿Por qué debe ser esencial amar raramente para amar mucho?.

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