Bondad citas y frases
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Guarda bien dentro de ti ese tesoro, de la bondad. Sabe cómo dar sin dudarlo, cómo perder sin pesar, cómo adquirir sin ser mezquino.
La Navidad es una media rellena de bondad azucarada.
El problema del mal, es decir, la conciliación de nuestros fracasos, incluso los puramente físicos, con la bondad creativa y el poder creativo, siempre seguirá siendo uno de los misterios más inquietantes del universo para nuestros corazones y nuestras mentes.
Uno podría reírse mejor del mundo si no mezclara la tierna bondad con su brutalidad.
Descubro que mis amigos piensan solamente en mi ropa y a los que les he conferido actos de bondad prefieren recordarme mis errores.
La bondad va muy lejos muchas veces cuando debería quedarse en casa.
Es increíble cuan absoluto es el engaño de que la belleza es bondad.
Recuerda que no existe tal cosa como un pequeño acto de bondad. Cada acto crea una ondulación sin un final lógico.
Nadie puede apropiarse de Dios, de la bondad, de la Biblia ni de Jesús. Sólo parece ser así.
La mejor parte de la vida de un buen hombre son sus pequeños, anónimos y olvidados actos de bondad y amor.
Conseguir dinero no es todo el negocio de un hombre: cultivar la bondad es una parte valiosa del negocio de la vida.
No siempre las acciones definen a un hombre; encontramos que el que realiza un acto de bondad no es por consiguiente noble.
Creo en el espíritu de igualdad y el espíritu de este país como uno de amor, compasión y bondad.
Es inútil juzgar un hecho bueno por sus motivos. La bondad puede convertirse en su propio motivo. Nosotros nos hacemos buenos al ser buenos.
La bondad es el principio de la crueldad.
Donde se conoce el espíritu de Cristo, hay mucho de buena voluntad, de respeto, de amor, aprecio y bondad.
La bondad es la única inversión que nunca falla.
En primer lugar, quiero rendir homenaje a Diana yo mismo. Ella era un ser humano excepcional y dotado. En tiempos buenos y malos, nunca perdió su capacidad de sonreír y reír, ni de inspirar a otros con su calidez y bondad. Yo la admiraba y respetaba, por su energía y su dedicación a los demás y especialmente por su devoción a sus dos hijos.
El espíritu de la Navidad es el espíritu de amor y de generosidad y de bondad. Ilumina la ventana panorámica del alma, y miramos hacia fuera sobre la vida ocupada del mundo y nos interesamos más en las personas que en las cosas.
Nuestra responsabilidad increíble hacia nosotros mismos, hacia nuestros hijos y hacia el futuro es crearnos a imagen de la bondad, porque el futuro depende de la nobleza de nuestra imaginación.