Ternura citas y frases
No hay ningún encanto que iguale la ternura del corazón.
Los brazos de una madre están hechos de ternura, y los niños duermen profundamente en ellos.
Cuando me acerco a un niño, él inspira en mí dos sentimientos; ternura por lo que es y el respeto por lo que puede llegar a ser.
El síntoma más poderoso del amor es una ternura que a veces se puede tornar casi insoportable.
Lo que distingue a un gran artista de uno débil es primero su sensibilidad y ternura; segundo, su imaginación y tercero, su diligencia.
El cuidado es un estado en el cual algo tiene importancia; es la fuente de la ternura humana.
El amor es el factor que falta; hay una falta de afecto, de calidez en las relaciones; y como nos falta ese amor, esa ternura, esa generosidad, esa misericordia en la relación, escapamos hacia la acción en masa, lo que produce más confusión, más miseria.
¡Dulce es el recuerdo de amigos lejanos! Como los rayos suaves del sol saliente, cae con ternura, aunque tristemente, sobre el corazón.
Algunos fotógrafos capturan la realidad... e imponen la dominación de su propio pensamiento y espíritu. Otros llegan antes que la realidad con más ternura, y una fotografía de ellos es un instrumento de amor y revelación.
Sin ternura, un hombre es poco interesante.
'Ikiru' es existencial, pero con mucha ternura.
George Eliot llevó con ternura en su corazón el precio de nuestra raza. Con las lágrimas de la piedad pasó por alto las faltas y debilidades de la humanidad.
La prudencia de las mejores cabezas a menudo es derrotada por la ternura de los mejores corazones.
Quiero cariño y ternura desesperadamente, pero hay algo en mí que me impide exteriorizarlo.
Nuestros amigos nos interpretan el mundo y a nosotros mismos, si los tomamos con ternura y verdad.
Un beso es un secreto dicho a la boca en vez de al oído; los besos son los mensajeros de amor y ternura.
Cuando nos llega la hora nunca nos arrepentimos de nuestra ternura sino de nuestra severidad.
Cuando la muerte, el gran reconciliador, ha llegado, nunca es la ternura que de nos arrepentimos, pero de nuestra gravedad.