Citas de Jiddu Krishnamurti
El momento en que tienes en tu corazón esta cosa extraordinaria llamada amor y sientes la profundidad, la alegría, el éxtasis de ella, descubrirás que el mundo se transforma para ti.
Muere a todo lo de ayer para que tu mente esté siempre fresca, siempre joven, inocente, llena de vigor y pasión.
Lo que se necesita, en lugar de salir corriendo o controlar o suprimir o cualquier otra resistencia, es entender el miedo; que significa verlo, conocerlo, entrar directamente en contacto con él. Estamos para aprender sobre el miedo, no como escapar de él.
No hay ningún fondo a la educación. No es leer un libro, pasar un examen y terminar ya con la educación. La vida en su totalidad, desde el momento en que uno nace hasta el momento que uno muere, es todo un proceso de aprendizaje.
La religión que siga una persona, la raza a la que pertenece, estas cosas no son importantes; lo realmente importante es este conocimiento: el conocimiento del plan de Dios para los hombres. Dios tiene un plan y ese plan es la evolución.
Cuando uno se llama a sí mismo indio, musulmán, cristiano, europeo o cualquier otra cosa, está siendo violento. ¿Ves por qué es violento? Porque te separas a ti mismo del resto de la humanidad. Cuando te separas por creencia, por nacionalidad, por tradición, engendras violencia.
Cuando dibujas o pintas un árbol, no imitas al árbol; no lo copias tal cual es, lo cual sería meramente una fotografía. Para ser libre para pintar un árbol, una flor o una puesta de sol, hay que sentir lo que te transmite: el sentido, el significado del mismo.
Si comienzas a entender lo que eres sin tratar de cambiarlo, entonces lo que eres sufre una transformación.
Si tienes miedo, estás atado a la tradición, sigués a algún líder o gurú. Cuando estás limitado por la tradición, cuando tienes miedo de tu marido o tu esposa, pierdes tu dignidad como un ser humano individual.
Si pudiésemos establecer una profunda relación con la naturaleza, nunca mataríamos a un animal por nuestro apetito; nunca dañaríamos ni diseccionaríamos a un mono, a un perro, a un conejillo de Indias para nuestro beneficio. Encontraríamos otras maneras de curar nuestras heridas, sanar nuestros cuerpos.
La meditación es estar consciente de cada pensamiento y de cada sentimiento, nunca decir que es correcto o incorrecto, sino sencillamente mirarlo y moverse con él.En esa observación, uno comienza a comprender todo el movimiento del pensamiento y del sentimiento.Y fuera de esta conciencia viene el silencio.
Tienes que comprender la totalidad de la vida, no sólo una pequeña parte de ella. Es por eso que debes leer, es por esto que debes mirar al cielo, es por esto que debes cantar y bailar, y escribir poemas y sufrir y entender, porque todo eso constituye la vida.
Nadie puede vivir sin relacionarse. Uno puedes retirarse a las montañas, convertirse en un monje, un sanniasi, vagar solo por el desierto, pero guarda relación. Uno no puede escapar de esa verdad absoluta. No puede permanecer en aislamiento.
Un hombre que no tiene miedo no es agresivo, un hombre que no le tiene miedo a nada es realmente un hombre libre, tranquilo.
El amor es el factor que falta; hay una falta de afecto, de calidez en las relaciones; y como nos falta ese amor, esa ternura, esa generosidad, esa misericordia en la relación, escapamos hacia la acción en masa, lo que produce más confusión, más miseria.
