Práctica citas y frases
Dios prohíba que cualquier libro sea prohibido. La práctica es tan indefendible como el infanticidio.
La escuela es una práctica para el futuro, y la práctica hace la perfección. Pero nadie es perfecto, entonces ¿por qué practicar?
Quería ganar, incluso en la práctica.
Podemos aprobar una reforma migratoria integral y práctica.
Ningún exilio al polo sur o a la cumbre del Mont Blanc nos separa más efectivamente de los demás que la práctica de un vicio oculto.
Como la Constitución británica, ella debe su éxito en la práctica a sus inconsistencias en el principio.
Soy una persona muy práctica.
La ingenua y malvada práctica de decir groserías es un vicio tan malo y rastrero que cualquier persona que tiene sentido y carácter lo desprecia.
Ningún engaño es mayor que la noción de que el método y la industria pueden compensar la falta de ingenio, en la ciencia o en la vida práctica.
La libertad no funciona tan bien en la práctica como lo hace en los discursos.
El comunismo para mí es una tercera parte práctica y dos terceras partes explicación.
No reveles lo que has pensado en hacer, pero por consejo sabio manténlo secreto estando determinado a ponerlo en práctica.
La predicación es muy útil, pero la práctica es mucho más eficaz. Una vida piadosa es el argumento más fuerte que se puede ofrecer al escéptico.
Creo que soy una mamá muy práctica.
Cuanto más te metes en el Yoga te das cuenta de que es una práctica espiritual. Es un viaje que estoy haciendo. Me dirijo en esa dirección
La práctica le brinda cerebro a tus músculos.
La sociedad tiene siempre que demandar un poco más de los seres humanos que de lo que consiguirá en la práctica.
En la práctica, en el mundo, debemos hacer negocios con los demás.
Escuchar es un acto tan simple. Nos obliga a estar presentes y requiere de práctica, pero no tenemos que hacer nada más. No tenemos que aconsejar, entrenar o sonar sabios. Solo tenemos que estar dispuestos a sentarnos allí y ponernos a escuchar.
Los únicos objetos de la razón práctica son las del bien y del mal. Pues el primero se entiende por objeto necesariamente deseado según un principio de razón; y el último necesariamente rechazado, también según un principio de razón.