Citas de Margaret J. Wheatley
Escuchar nos acerca, nos ayuda a ser más completos, más sanos, más santos. No escuchar crea fragmentación, y la fragmentación es la raíz de todo sufrimiento.
Hemos creado problemas para nosotros mismos en las organizaciones por confundir el control con el orden.
Creo que la capacidad que cualquier organización necesita es que el liderazgo aparezca en cualquier parte que se necesite, y cuando sea necesario.
Para nosotros, alguien que está dispuesto a dar un paso adelante y ayudar es mucho más valiente que alguien que simplemente está cumpliendo con el papel.
Me parece que hay que notar que los procesos de negocio que utilizamos en este momento para la reflexión, planificación, presupuestación y la estrategia son entregados en agendas muy ajustadas.
Las organizaciones se enfrentan ahora a dos fuentes de cambio: el tipo tradicional que es iniciado y administrado; y los cambios externos, sobre los cuales nadie tiene control.
En prácticamente todas las organizaciones, independientemente de la misión y función, las personas se sienten frustradas por problemas que parecen irresolubles.
Estos días, nuestros sentidos son bombardeados con agresión. Nos enfrentamos constantemente con imágenes mundiales de escalada, interminable guerra y violencia.
La agresión es el comportamiento más común utilizado por muchas organizaciones, un medio casi invisible que influye en todas las decisiones y acciones.
Durante millones de años, los seres humanos han luchado por encontrar formas menos destructivas de convivencia.
En esta cultura actual, necesitamos encontrar los medios para trabajar y vivir juntos con menos agresión se queremos resolver los graves problemas que nos afligen y nos obstaculizan.
Destruir es una función necesaria en la vida. Todo tiene su tiempo, y todas las cosas eventualmente pierden su efectividad y mueren.
Las organizaciones exitosas, incluyendo los militares, han aprendido que cuanto mayor sea el riesgo, más necesario es el compromiso y la inteligencia de todo el mundo.
Creo que un gran acto de liderazgo ahora, llámenlo un acto radical, es crear sitios y procesos para que las personas puedan realmente aprender juntas, usando nuestras experiencias.
Escuchar es un acto tan simple. Nos obliga a estar presentes y requiere de práctica, pero no tenemos que hacer nada más. No tenemos que aconsejar, entrenar o sonar sabios. Solo tenemos que estar dispuestos a sentarnos allí y ponernos a escuchar.
Los círculos crean un espacio relajante, donde incluso las personas reticentes pueden darse cuenta de que su voz es bienvenida.