Herencia citas y frases
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Los niños son impredecibles. Nunca sabes en qué incoherencia van a atraparte a continuación.
Nunca he negado mi trayectoria o mi cultura. He enseñado a mi hijo a abrazar su herencia mexicana, amar a mi lengua materna, el español, a aprender sobre la historia de México, su música, arte popular, comida e incluso los dulces mexicanos con los que crecí.
Atesoro mi hermosa herencia italiana.
Mientras envejeces naturalmente, tu familia se entromete cada vez más. Si niegas eso, niegas tu herencia.
La mejor herencia que uno puede darle a su hijo es permitirle abrirse su propio camino, completamente por su propia cuenta.
Es un llamado a la gente negra en este país a unirse, a reconocer su herencia, a construir un sentido de comunidad. Es un llamado a los negros a definir sus propios objetivos, a dirigir sus propias organizaciones.
En primer lugar, quiero decir que la sugerencia de que la lucha en Sudáfrica está influenciada por extranjeros o comunistas, es totalmente incorrecta. Hice lo que tuve que hacer por mi experiencia en Sudáfrica y el orgullo que siento por mi propia herencia africana, y no por lo que cualquier extranjero me pudiera haber dicho.
Todos tenemos un don. Esa es nuestra herencia.
No digas que conoces a otra persona por completo hasta que hayas dividido una herencia con ella.
Sí, mi familia es de herencia india.
En cuanto al honor, usted sabe, se trata de una herencia medieval muy fina que las mujeres nunca consiguieron tener. No era lo suyo.
Seremos recordados sólo si le damos a nuestros jóvenes una India próspera y segura, lo cual es el resultado de la prosperidad económica junto con la herencia de nuestra civilización.
Se necesita presentación visual de nuestra herencia en vidrio.
Uno desea tratar de encontrar su herencia.
Cuando le has dicho a alguien que le dejaste una herencia, lo único digno es morirse de una vez.
En última instancia, la respuesta de Estados Unidos al hombre intolerante es la diversidad, la misma diversidad que nuestra herencia de libertad religiosa ha inspirado.
La fama es la herencia no de los muertos, sino de los vivos. Somos nosotros los que miramos hacia atrá con noble orgullo frente a los grandes nombres de la antigüedad.
Cada vez que me fui de casa por un periodo largo, me sentí como si iba a conquistar el mundo. O más bien, tomar posesión de lo que es mío por derecho, mi herencia.
Nuestro carácter no es tanto el producto de la raza y la herencia, como de aquellas circunstancias que por naturaleza forman nuestros hábitos, por las que nos criamos y vivimos.