Fuerza citas y frases
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No esperes levantar a los débiles jalando los fuertes hacia abajo.
La fuerza no viene de ganar. Tus luchas desarrollan tus fortalezas. Cuando pasas por dificultades y decides no rendirte, eso es la fuerza.
Cuando uso mi fuerza al servicio de mi visión no importa si tengo miedo o no.
La fuerza física nunca puede resistir permanentemente el impacto de la fuerza espiritual.
Cuanto más veo sobre los ciervos, más los admiro como montañeros. Se abren paso en el corazón de las soledades más duras con una leve reserva de fuerza, a través de densos cinturones de arbustos y bosques llenos de árboles caídos y montones de rocas apiladas, cánones, arroyos rugientes y campos de nieve, mostrando siempre belleza y valor.
Lágrimas derramadas por uno, son lágrimas de debilidad, pero las derramadas para otros son una señal de fortaleza.
Conseguir metas personales aumenta tu inmunidad emocional y espiritual, dándote la fuerza que necesitas para liberar el pasado y elevarte por encima del miedo, la duda o la resignación.
Mi familia es mi fuerza y mi debilidad.
La fuerza no proviene de la capacidad física. Proviene de una voluntad indomable.
Los hombres superficiales creen en la suerte. Los hombres fuertes creen en causa y efecto.
Recuerde que la tormenta es una buena oportunidad para que el pino y el ciprés puedan mostrar su fortaleza y firmeza.
La preocupación no se vacía mañana de su dolor. Se vacía hoy de su fuerza.
La resistencia que luchas físicamente en el gimnasio y la resistencia que luchad en la vida sólo pueden construir un carácter fuerte.
Que el Brahman de los hindúes, el Ahura Mazda de los zoroastrianos, el Buda de los budistas, el Jehovah de los judíos, el padre en el cielo de los cristianos te dé las fuerzas para llevar a cabo tu idea noble.
Nadie puede hacerme daño sin que yo lo permita.
Las fortalezas están en nuestras diferencias, no en las similitudes.
Mi actitud es que si me empujas hacia algo que piensas que es una debilidad, convertiré esa debilidad percibida en una fortaleza.
Algunos de nosotros pensamos que aferrarnos nos hace fuertes; pero a veces es soltarnos lo que nos fortalece.
La falta de sinceridad siempre es debilidad; la sinceridad, incluso en el error, es fortaleza.
Cuando nos encontramos con la verdadera tragedia en la vida, podemos reaccionar de dos maneras: o perder la esperanza y caer en hábitos autodestructivos, o utilizar el desafío de encontrar nuestra fuerza interior. Gracias a las enseñanzas del Buda, he podido tomar el segundo camino.