Citas de Swami Vivekananda

No juzgues, si puedes darle una mano a alguien hazlo. Si no puedes, retira tus manos, bendice a tus hermanos y deja que tomen su propio camino.

Cuando una idea exclusivamente ocupa la mente, se transforma en un estado real físico o mental.

Si el dinero ayuda a un hombre a hacer el bien a los demás, entonces tiene algún valor; pero si no, es simplemente una masa de mal, y cuanto antes se deshaga de él, mejor.

Que el Brahman de los hindúes, el Ahura Mazda de los zoroastrianos, el Buda de los budistas, el Jehovah de los judíos, el padre en el cielo de los cristianos te dé las fuerzas para llevar a cabo tu idea noble.

Dios ha de ser adorado como un ser muy amado, más querido que todo lo de esta y la próxima vida.

¡Levántate! ¡Despierta! y no pares hasta que llegues a tu meta.

No puedes creer en Dios hasta que creas en ti mismo.

La verdad puede afirmarse de mil maneras diferentes y, sin embargo, cada una puede ser cierta.

En una palabra, este ideal es que eres divino.

Ese hombre alcanzó la inmortalidad cuando nada material lo perturba.

El mundo es el gran gimnasio al que venimos a hacernos fuertes.

El momento en el que me he dado cuenta de Dios sentado en el templo de cada cuerpo humano, el momento en el que estoy en reverencia ante cada ser humano y veo a Dios en él — en ese momento soy libre de ataduras, todo lo que me ata desaparece, y soy libre.

Tienes que crecer de adentro hacia afuera. Nadie te puede enseñar, nadie puede hacerte espiritual. No hay ningún otro maestro más que el de tu propia alma.

Nuestra obligación es motivar a cada uno en su lucha por vivir digno de sus ideas más altas, y luchar al mismo tiempo para acercar el ideal lo más posible a la Verdad.

El secreto de toda la existencia es no tener miedo. Nunca temas lo qué será de ti, no dependas de nadie. Sólo en el momento en que rechazas toda ayuda te liberas.

Todos los poderes en el universo son nuestros. Somos nosotros los que hemos puesto nuestras manos sobre nuestros ojos y hemos llorado porque está oscuro.

¿A dónde podremos ir para encontrar a Dios si no podemos verlo en nuestros propios corazones y en cada ser vivo?

Tome una idea. Haga de esa idea de su vida, piense, sueñe, viva en esa idea. Deje que los músculos, los nervios, el cerebro, cada parte de tu cuerpo, se llenen de esa idea y solo deje las otras ideas. Este es el camino hacia el éxito.

Somos lo que nuestros pensamientos han hecho así que tenga cuidado acerca de lo que piensa. Las palabras son secundarias. Pensamientos viven; ellos viajan lejos.