Esperanza citas y frases
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La esperanza es universal.
Debemos liberarnos de la esperanza de que el mar descansará en algún momento. Debemos aprender a navegar en los fuertes vientos.
El corazón humano tiene tesoros ocultos, guardados en secreto, sellados en silencio; los pensamientos, las esperanzas, los sueños, los placeres, cuyos encantos se rompieran si son revelados.
Sin esperanza estamos perdidos.
Todos ustedes saben que he sido sostenido a lo largo de mi vida por tres gracias — mi familia, mis amigos y una fe en el poder de resistencia y esperanza. Estas gracias me han llevado a través de tiempos difíciles y me han brindado más alegría para los buenos tiempos de lo que jamás hubiera imaginado.
Siempre hay esperanza, y siempre hay desesperación.
La gran esperanza de la sociedad está en el carácter individual.
Los pesimistas son personas que no tienen esperanza con respecto a ellos mismos o a otros. Los pesimistas también son personas que creen que la raza humana es inferior a ellos y que son mejores que otros seres humanos.
La razón por la que no pierdo nunca la esperanza es porque todo es básicamente sin esperanza.
La esperanza es un sentimiento que le da significado a la vida y al trabajo. O lo tienes o no, independientemente del estado del mundo que te rodea.
La confianza es aquél sentimiento a través del cual la mente se embarca en cursos grandes y honorables con esperanza cierta y fe en sí misma.
La esperanza es independiente del aparato de la lógica.
El matrimonio es la muerte de la esperanza.
La esperanza es el pilar que sostiene al mundo. La esperanza es el sueño de un hombre que despierta.
Espero que el matrimonio gay sea legal en todos los estados.
Si deseas triunfar en la vida, haz de la perseverancia tu amigo íntimo, de la experiencia tu sabio consejero, de la cautela tu hermano mayor y de la esperanza tu genio guardián.
Yo le dije a mi alma, permanece quieta y espera sin esperanza. Porque la esperanza podría ser la esperanza de lo inadecuado.
La Esperanza es un estado de la mente, no del mundo. Esperanza, en este sentido profundo y potente, no es lo mismo que la alegría de que las cosas vayan bien, o la disposición a invertir en emprendimientos que obviamente tendrán éxito, sino una capacidad de trabajar por algo porque es bueno.
La esperanza no es la convicción de que algo saldrá bien, pero la certeza de que algo tiene sentido, independientemente de cómo resulte.
En economía, la esperanza y la fe conviven con gran pretensión científica y también con un deseo profundo de respetabilidad.
