Citas de William Hazlitt
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Las personas de genio no sobresalen en cualquier profesión porque trabajan en ella, trabajan en ella porque sobresalen.
El mundo juzga a los hombres por su capacidad en su profesión, y nos juzgamos a nosotros mismos por la misma prueba: ya que es de eso sobre lo que nuestro éxito en la vida depende.
El más pequeño dolor en nuestro dedo meñique nos da más preocupación que la destrucción de millones de nuestros prójimos.
La mente del hombre es como un reloj que siempre atrasa, y al que es necesario darle cuerda constantemente.
Nos cansamos de todo menos de ridiculizar a otros y felicitarnos a nosotros mismos sobre sus defectos.
El asiento del conocimiento está en la cabeza; el de la sabiduría, en el corazón. Seguro que juzgaremos erronéamente, si no nos sentimos bien.
Ser capaz de una amistad constante o de un amor duradero, son las dos pruebas más grandes, no sólo de la bondad del corazón, sino de la fuerza de la mente.
Un tonto grave siempre debe ir siempre acompañado de uno animado — así acentuarán uno al otro con el mayor provecho.
Si queremos conocer la fuerza del genio humano, nosotros debemos leer a Shakespeare. Si queremos ver la insignificancia del aprendizaje humano, nosotros podemos estudiar sus comentaristas.
Nosotros somos mucho de lo que otros piensan de nosotros. La recepción de nuestras observaciones nos da coraje para continuar, o ahoga nuestros esfuerzos.
Ningún hombre es verdaderamente grande si lo es solo durante su vida. La verdadera prueba de grandeza es la página de la historia.
El mínimo dolor en un dedo meñique nos causa más preocupación y desasosiego que la destrucción de millones de nuestros semejantes.