Citas de Marcus Tullius Cicero
(página 7)

Ordenar por fecha
Ordenar por calificación

En todo, la saciedad sigue de cerca a los mayores placeres.

1

La paz es libertad en tranquilidad.

1

Los magistrados son los ministros de las leyes, los jueces sus intérpretes, el resto de nosotros somos siervos de la ley, para que todos seamos libres.

1

El miedo no es un maestro permanente del deber.

1

Lo parecido se asocia con lo parecido.

1

Nosotros no debemos perdernos tanto en la búsqueda de la verdad como para descuidar las tareas necesarias de la vida activa; ya que solo la acción le da un verdadero valor y elogio a la virtud.

1

Las leyes son silenciosas en tiempo de guerra.

1

Nadie puede darte un mejor consejo que tú mismo.

1

En una mente desordenada, como en un cuerpo desordenado, solidez de la salud es imposible.

1

Una lágrima se seca rápidamente cuando se derrama por los problemas de otros.

1

El odio es la rabia inveterada.

1

Nadie puede darte consejos más sabios que tú mismo.

1

Está tan cerca la falsedad de la verdad que un sabio haría bien en no confiar en sí mismo en el borde estrecho.

1

La reputación de todo hombre procede de los de su propia casa.

1

Vivir es pensar.

1

La habilidad natural sin educación ha alcanzado más a menudo la gloria y virtud que la educación sin habilidad natural.

1

Debemos concebir este universo como un estado libre del cual tanto los dioses como los hombres son miembros.

1

La precipitación pertenece a la juventud; la prudencia a la tercera edad.

1

En la medida en que la mente es más fuerte que el cuerpo, así son los males contraídos por la mente más severos que los contraídos por el organismo.

1

Los oradores son más vehementes cuando su causa es débil.

1

Temas aleatorios y páginas de autores

Política de Privacidad