Citas de Lucius Annaeus Seneca
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El que ha hecho un pacto justo con la pobreza es rico.

La mente desaprende con dificultad lo que le ha tomado tiempo aprender.

Un médico no se enoja por la intemperancia de un paciente loco, ni se toma a mal ser cercado con barandilla por un hombre con fiebre. De igual manera debe un hombre sabio tratar a toda la humanidad, como un médico lo hace con su paciente y observarlos a ellos solamente como enfermos y extravagantes.

La ira, si no es refrenada, es frecuentemente más dañina para nosotros que la injuria que la provoca.

El éxito no es codicioso, como la gente piensa, sino insignificante. Es por eso que no satisface a nadie.

Desconfía del hombre que apremia a la acción en donde él mismo incurre en ningún riesgo.

El que es valiente es libre.

Si quieres ser amado, ama.

Hay tanta grandeza de la mente en reconocer un buen giro, como en hacerlo.

Toda crueldad surge de la debilidad.

La constante exposicion al peligro engendrará desprecio hacia él.

Quien tiene un gran poder debería utilizarlo con ligereza.

Una gran mente se convierte en una gran fortuna.

Los problemas livianos hablan; los pesados se vuelven mudos.

El primer y mayor castigo del pecador es la conciencia del pecado.

El día que tememos ser el último para nosotros, no es más que el cumpleaños de la eternidad.

La suerte es donde la oportunidad se encuentra con la preparación.

Una espada nunca mata a nadie; es una herramienta en manos del asesino.

Todo hombre prefiere creer que ejercer el juicio.

Llámalo Naturaleza, Destino, Fortuna; todos estos son nombres conferidos a Dios.