Citas de Joyce Meyer
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Independientemente de lo que le haya sucedido a usted en el pasado o lo que está sucediendo en su vida ahora mismo, no se le puede prevenir a que tenga un muy futuro maravilloso si usted camina con fe en Dios. ¡Dios le ama! ¡Él quiere que usted viva en victoria sobre su pecado, para que usted pueda poseer Sus promesas para su vida hoy mismo!
Cuando cometes un error y el diablo viene y te dice 'no eres bueno para nada', no tienes que asumir la culpa y la condena que quiere poner en ti. ¡No! Puedes confesar inmediatamente tu error a Dios, te aseguro que perdona y te limpi con la sangre de Jesús y avanzas hacia la conquista de su gracia y su perdón.
Cuando comienzas a preocuparte, vete a buscar algo que hacer. Ponte las pilas siendo una bendición para alguien; haz algo fructífero. Ni hablar de tu problema ni sentarte solo pensando en ello no sirve para nada; sirve sólo para hacerte deprimido. Sobre todo, recuerda que es completamente inútil preocuparte. Preocuparte no resolverá tu problema.
Muchas personas se sienten tan presionadas por las expectativas de los demás que les hace frustrados, miserables y confundidos acerca de lo que deben hacer. Pero hay una manera de vivir una vida simple, llena de gozo, paz, y la clave es aprender a ser conducido por el Espíritu Santo, no por las tradiciones o las expectativas del hombre.
Considere por un momento a un árbol. Tan bellos como son los árboles para mirarlos, no vemos lo que pasa por debajo — mientras crecen sus raíces. Los árboles deben desarrollar profundas raíces para crecer fuertes y producir su belleza. Pero no vemos las raíces.Nosotros solo vemos y disfrutamos de la belleza. En la misma medida, lo que ocurre dentro de nosotros es como las raíces de un árbol.
Es tan importante tener en cuenta que cada vez que te molestas, drena tu energía emocional. Perder tu tranquilidad te hace agotar. Enojarse mucho daña tu salud.
El águila no le teme a la adversidad. Tenemos que ser como el águila y tener un espíritu intrépido de conquistador.
La depresión comienza con la decepción. Cuando la decepción amarga nuestra alma, ésta conduce al desaliento.
La paciencia no es simplemente la capacidad de esperar — es cómo nos comportamos mientras que estamos esperando.
Creo que una actitud de confianza y una actitud paciente van de la mano. Ves, cuando te dejas ir y aprendes a confiar en Dios, se libera alegría en tu vida. Y cuando confías en Dios, eres capaz de ser más paciente. La paciencia no sólo se trata de esperar por algo, se trata de cómo esperas o de tu actitud mientras esperas.