Citas de Joyce Meyer
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No hay ninguna esperanza de que nadie vaya al cielo a menos que crean en esta verdad que presento. No puedes ir al cielo si no crees con todo tu corazón que Jesús tomó tu lugar en el infierno.
La esclavitud de los israelitas en Egipto es el equivalente a nuestra esclavitud al pecado. Dios mandó a Moisés para librarlos de la esclavitud, y él envió a Jesús para liberarnos.
Cuando sientes que es muy difícil obedecerle a Dios, recuerda que él nunca te pedirá que hagas algo sin darte la gracia, el poder y la capacidad para hacerlo.
A cuantas más personas llegue, más personas hay que tienen una opinión acerca de mí. No todo el mundo me ama, pero tengo que estar bien sin importar lo que piensan de mí.
Si usted quiere llegar a ser totalmente maduro en el Señor, debe aprender a amar la verdad. De lo contrario, usted siempre dejará abierta una puerta del engaño para que el enemigo tome lo que le está destinado a ser tuyo.
Si tenemos suficiente hambre de Dios, encontraremos el camino a Su presencia. Debemos estar tan hambrientos de la presencia de Dios que de ninguna manera saldremos de nuestra casa ni le haremos frente a algún tipo de proyecto hasta que hayamos pasado algún tiempo con Él.
Si vas a hacer lo que Dios te dice que hagas, no hay ninguna persona en la tierra ni hay diablo en el infierno que pueda evitarte de tener lo que Dios quiere que tengas.
Es cierto que mi padre me maltrató y no me amó ni me protegió de la forma que debió haberlo hecho, y a veces parecía que nadie me ayudaría jamás y que nunca acabaría. Pero Dios siempre tuvo un plan para mi vida, y Él me ha redimido.
Como regularmente pasamos tiempo leyendo la palabra de Dios y hablamos con él en la oración, nos colocamos en posición para que él haga cosas en nuestras vidas que nunca podríamos hacer por nuestra cuenta.
Dios nos habla. ¿Pero le estamos escuchando nosotros? Cuando nuestra conciencia comienza a empujarnos por cualquier motivo, podríamos tener de bajo nivel una miseria o inquietud acerca de lo que hemos hecho o vamos a hacer. En momentos como este, conviene considerar mediante las oraciones si estamos ofendiendo a Dios con nuestras acciones o no.
La verdad es Dios nos creó para tener una relación con nosotros. Él quiere amarnos y cuidarnos, y quiere que lo amemos. Ahí es donde nuestro caminar con Cristo debe comenzar.
Ahora, no podemos impedir que el diablo venga contra nosotros, pero podemos superarlo cada vez — si ejercitamos la autoridad de Jesús y decidimos no tolerarlo más.
La humildad no es algo que viene naturalmente. Pero es una virtud cardinal que se debe buscar más que cualquier otra.