Citas de Emil Cioran
Nadie puede escapar en el sueño, somos todos genios cuando soñamos, el carnicero es el igual del poeta.
Cada concesión que hacemos está acompañada por una disminución interna de lo que no somos inmediatamente conscientes.
Dios: una enfermedad de la que nos imaginamos que estamos curados porque nadie muere de ella hoy en día.
Un silencio repentino en medio de una conversación nos lleva a lo esencial: revela cuán caro debemos pagar por la invención del discurso.
Estás acabado — un hombre muerto viviente — no cuando dejas de amar sino cuando dejas de odiar. El odio preserva: en él, en su química, reside el misterio de la vida.
No estaríamos interesados en los seres humanos si no tuviéramos la esperanza de algún día conocer a alguien peor que nosotros.
El hombre debe vencerse a sí mismo, debe ser violento consigo mismo, con el fin de realizar la menor acción que no esté contaminada por el mal.
¿Quién se rebela? ¿Quién se levanta en armas? Raramente el esclavo, pero casi siempre el opresor convertido en esclavo.