Citas de Arthur Schopenhauer

La religión es la obra maestra del arte del entrenamiento de animales, ya que entrena a las personas sobre como deben pensar.

Los alquimistas en su búsqueda por el oro descubrieron muchas otras cosas de mayor valor.

Cada día es una pequeña vida: cada despertar y levantarse es un pequeño nacimiento, cada mañana fresca es una pequeña juventud, cada ir a descansar y dormir es una pequeña muerte.

Los dos enemigos de la felicidad humana son el dolor y el aburrimiento.

Casi todas nuestras penas brotan de nuestras relaciones con otras personas.

Un hombre puede ser él mismo sólo mientras esté solo, y si él no ama la soledad, no amará la libertad, es solamente cuando está en soledad que él es realmente libre.

Los sabios siempre han dicho lo mismo, y tontos, quien son la mayoría, siempre han hecho lo contrario.

Los hombres grandiosos son como las águilas y construyen su nido sobre alguna soledad elevada.

El dinero es la felicidad humana en abstracto; él, entonces, quién ya no es capaz de disfrutar de la felicidad humana en concreto se dedica completamente al dinero.

Después de tu muerte serás lo que fuiste antes de tu nacimiento.

El cambio solo es eterno, perpetuo, inmortal.

La palabra del hombre es el más duradero de todos los materiales.

Para la gente de capacidad limitada, la modestia es simplemente honestidad. Pero para aquellos quienes poseen gran talento esto es hipocresía.

Cuanto más dure la fama de un hombre, más se demorará ésta en llegar.

Las grandes mentes están asociadas con el breve lapso de tiempo durante el cual viven como si fueran grandes edificios de una pequeña plaza: no las puedes ver en toda su magnitud porque estás demasiado cerca de ellos.

Comprar libros sería una buena cosa si uno también pudiera comprar el tiempo para leerlos: pero como regla, la compra de libros se confunde con la apropiación de sus contenidos.

Mientras el hombre sea menos inteligente, le parece menos misteriosa la existencia.

Leer equivale a pensar con la cabeza de otra persona en vez de la de una propia.

Es tan sólo en el primer encuentro que una cara hace su impresión completa en nosotros.

El martirio es la única manera de que un hombre llegue a ser famoso sin tener capacidad.