Citas de Arthur Schopenhauer
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El honor es que un hombre no sea excepcional; la fama, que lo sea. La fama es algo que debe ganarse; el honor es tan sólo algo que no debe perderse.
No hay duda de que nos dieron la vida, no para disfrutarla sino para superarla; para que fuera superada.
El sufrimiento por naturaleza o al azar nunca parece tan doloroso como el sufrimiento que nos inflige la voluntad arbitraria de otro.
El patriotismo, cuando quiere hacerse sentir en el dominio del aprendizaje, es un compañero sucio que debería ser arrojado fuera de las puertas.
Son las sutilezas las que hacen la diferencia; el destino nos da las cartas, y nosotros las jugamos.
Nos dicen que el suicidio es la más grande expresión de la cobardía... que el suicidio es malo; cuando es bastante evidente que no existe nada en el mundo a lo cual cada hombre tenga derecho más incontestable que a su propia vida y persona.
En la esfera del pensamiento, lo absurdo y la perversidad siguen siendo los amos del mundo, y su dominio se suspende sólo durante breves períodos.
En nuestra parte monógama del mundo, casarse significa reducir a la mitad los derechos personales, y doblar los deberes de uno.
Que un autor escriba al mismo tiempo en que habla es tan reprensible como el fallo opuesto, hablar mientras escribe. Esto da un efecto pedante a lo que dice y al mismo tiempo le hace apenas inteligible.
Si no estuviésemos tan interesados en nosotros mismos, la vida sería tan poco interesante que ninguno de nosotros sería capaz de soportarla.
¡Los bribones siempre son sociales, lamentablemente! Y el principal indicador de que una persona tiene algo de nobleza en su carácter es que se siente un poco incómoda en compañía de otros.
Los primeros cuarenta años de vida nos dan el texto; los próximos treinta suministran el comentario.