Alegría citas y frases
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Cada posesión y cada felicidad es sólo prestada por casualidad para un tiempo incierto, y por lo tanto puede ser pedida de regreso a la hora siguiente.
Una mujer sabia nunca se rinde por una cita. Siempre debería ser una felicidad imprevista.
Cada felicidad es un rehén de la fortuna.
Mi felicidad crece en proporción directa a mi aceptación, y en proporción inversa a mis expectativas.
La felicidad de esta vida depende menos de lo que te sucede que en la manera en que lo aceptas.
Existe algo curiosamente aburrido de la felicidad de otro.
No hay nada, Señor, demasiado pequeño para una criatura tan pequeña como el hombre. Es mediante el estudio de cosas pequeñas que aprendemos el gran arte de tener lo menos posible de miseria y lo más posible de felicidad.
Poder, después de amar, es la primera fuente de felicidad.
El hombre necesita, para su felicidad, no sólo el disfrute de esto o aquello, pero esperanza y empuje y cambio.
La vida solo tiene el valor que eliges otorgarle y no hay felicidad en ningún lugar excepto la que tú mismo traes.
Cuando recordamos el pasado, generalmente encontramos que son las cosas más simples, no las grandes ocasiones, las que en retrospectiva emiten el mayor resplandor de la felicidad.
Describir la felicidad es disminuirla.
El desprecio de la felicidad suele ser desprecio por la felicidad de otras personas y es un disfraz elegante para el odio de la raza humana.
La felicidad depende más de cómo la vida te golpea de lo que sucede.
Cuando adoptamos un perro o cualquier mascota sabemos que va a terminor con nosotros teniendo que decir adiós, pero aún así lo hacemos. Y lo hacemos por una razón muy buena: traen tanta alegría y optimismo y felicidad. Enfrentan cada momento de cada día con esa actitud.
Pero, oh, cuan amargo es ver la felicidad a través de los ojos de otro hombre.
De todas las formas de cuidado, precaución en el amor es quizás la más fatal para la felicidad verdadera.
¡Ay! Si los principios de satisfacción no están dentro de nosotros, la altura de la estación y la grandeza mundana tan pronto añadir un codo a la estatura de un hombre a su felicidad.
Dios no pueden darnos la felicidad y la paz separadas de Sí mismo, porque eso no existe. No existe tal cosa.
No hay nada a lo que le tema más que a despertar sin un programa que me ayude a llevar un poco de felicidad a aquellos sin recursos, a aquellos que son pobres, analfabetos y a los afectados por una enfermedad terminal.