Fallecimiento citas y frases
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Una revolución es una lucha hasta la muerte entre el pasado y el futuro.
No importa que tan preparado te creas para la muerte de un ser querido, aún viene como un shock, y aún duele muy profundamente.
En la época clásica, era un delito capital especular sobre la hora de la muerte de un rey o sobre la identidad de su sucesor.
Me encanta quien puede sonreír cuando está en problemas, quien puede forjar fuerza de la aflicción, y hacerse valiente mediante la reflexión. Es asunto de mentes pequeñas encoger, pero aquel cuyo corazón está firme y cuya conciencia aprueba su conducta, proseguirá sus principios hasta la muerte.
Habla de emociones, de amor, de ruptura, de amor y de odio y de muerte y de morir, de mamá, de pasteles de manzana y de todo lo demás. Realmente, la música country cubre mucho territorio.
Debería haber llanto durante el nacimiento de un hombre, no en su muerte.
La muerte de mi padre fue lo más terrible que me pasó en mi vida.
El hombre se muere de frío, no de oscuridad.
La muerte no es un acontecimiento en la vida: no vivimos para experimentar la muerte. Si tomamos la eternidad para significar no la duración temporal infinita sino lo atemporal, entonces la vida eterna pertenece a los que viven en el presente.
La muerte no existe.
¿Qué vas a hacer, hablarle al alienígena hasta la muerte?
La muerte no viene al alma viviente, ni la edad al corazón amante.
Todos están entretenidos hasta la muerte.
Lo que pasa con la muerte es que es honesta.
Les he dicho a mis hijos que cuando muera, que suelten globos en el cielo para celebrar que me gradué. Para mí, la muerte es una graduación.
Lo bueno es positivo. El mal es meramente privativo, no absoluto: es como el frío, que es la privación del calor. Todo mal es tanto la muerte como nada. La benevolencia es absoluta y real. Tiene tanta benevolencia como un hombre tiene tanta vida.
La pérdida y la posesión, la muerte y la vida son una. No hay ninguna sombra donde no brille el sol.
La pálida muerte golpea igual en la puerta del pobre que en los palacios de los reyes.
Ninguna sociedad ha podido abolir la tristeza humana, ningún sistema político puede liberarnos del dolor de vivir, de nuestro miedo a la muerte, nuestra sed de lo absoluto. Es la condición humana la que dirige la condición social, no al revés.
No hay nadie más solo en la muerte, excepto el suicidio, que ese hombre que ha vivido muchos años con una esposa buena y la sobrevive. Si dos personas se aman, no pueden tener un final feliz.