Enseñar citas y frases
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Quiero enseñar. Quiero hablar. Quiero viajar.
Tengo un enorme desayuno cada mañana porque nunca sé si voy a tener tiempo para el almuerzo, especialmente durante la Semana de la Moda. Mantiene positivo mi estado de ánimo durante todo el día. Y mis padres me enseñaron a consumir toneladas de frutas y verduras, que creo que ayuda a mi piel.
Me encanta enseñar.
A la mayoría de las universidades les interesa enseñar a los niños.
Sí, la Biblia debe enseñarse en nuestras escuelas, ya que es necesario entender la Biblia si queremos entender verdaderamente nuestra propia cultura y cómo llegó a ser lo que es. La Biblia ha influenciado cada parte de la cultura occidental desde nuestro arte, música e historia, hasta nuestro sentido de justicia, caridad y negocio.
Recuerdo que me enseñaron cuál era mi lugar.
El amor es el vínculo entre los hombres, la manera de enseñar y el centro del mundo.
Todas las bendiciones vienen a nosotros a través de nuestro Señor. Él nos enseñará, al contemplar Su vida encontramos que Él es el mejor ejemplo.
La técnica es en verdad personalidad. Esa es la razón por la que el artista no puede enseñar, por la que el alumno no puede aprender, y por la que la crítica estética puede entenderlo.
Todos los que son incapaces de aprender han sido elegidos para enseñar.
A un crítico se le debe enseñar a criticar una obra de arte sin hacer ninguna referencia a la personalidad del autor.
Creo que los padres deben ser capaces de enseñar a sus hijos lo que dice su fe, lo que la ciencia dice.
Tenemos que enseñar a la próxima generación de niños desde el primer día que son responsables de sus vidas. El regalo más grande de la humanidad, también su mayor maldición, es que tenemos libre elección. Podemos hacer nuestras elecciones basadas en el amor o el miedo.
No deberíamos enseñar libros geniales; deberíamos enseñar un amor por la lectura.
Intento encontrar, celebrar y enseñar a líderes acerca de como construir plataformas que inspiren a otros.
Cada pelea y cada pérdida me enseñaron algo.
La Biblia seguía siendo para mí un libro de libros, todavía divina, pero divina en el sentido de que todos los grandes libros son divinos al enseñar a los hombres a vivir rectamente.
Mis padres me enseñaron el servicio — no diciendo, sino haciendo. Esa fue mi cultura, la cultura de mi familia.
Claramente, las mujeres de mayor edad y especialmente aquellas que han llevado una vida activa, o las mujeres ancianas que han sorteado con éxito su propia vida familiar, tienen mucho que enseñarnos sobre el compartir, la paciencia y la sabiduría.
Debemos, yo creo, empezar mucho mas temprano a enseñar la sensatez de la no-violencia a nuestros hijos.