Destino citas y frases
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Si crees las decepciones — si crees que las decepciones en los últimos años son un desvío y no nuestro destino, entonces te pido tu voto.
Si soy electo el Presidente de los Estados Unidos, voy a trabajar con toda mi energía y mi alma para restaurar a Estados Unidos, para levantar nuestros ojos hacia un futuro mejor. Ese futuro es nuestro destino. Ese futuro está ahí. Nos está esperando. Nuestros hijos se lo merecen, nuestra nación depende de eso, la paz y la libertad del mundo lo requieren.
Quiero tener el control de mi propio destino.
El destino de un niño está en manos de sus padres.
Mi destino está en manos de Alá el todopoderoso.
Mucha gente confunde la mala gestión con el destino.
Siempre he sentido que es mi destino construir una máquina que permitiría que el hombre vuela.
Para mí el matrimonio nunca fue un destino.
Estoy eternamente agradecido al destino y a los ciudadanos de Rusia que han confiado en mi para ser la cabeza del gobierno ruso.
Nuestros problemas son hechos por el hombre, por lo tanto pueden ser solucionados por el hombre. Y el hombre puede ser tan grande como él quiera. No hay problema del destino humano que está más allá de los seres humanos.
Maine fuera de temporada es, sin lugar a dudas, un excelente destino: hospitalario, de buen humor, con suficiente espacio, días cortos y noches oscuras con chispeantes cristales de hielo.
La política energética de Mitt Romney es una reliquia del siglo XIX. Necesitamos un plan del siglo XXI. El destino del planeta está en juego.
Nuestro destino inexorable es ser una gran nación.
Cuando llego a mi destino me gusta ir al gimnasio, ya que encuentro que el ejercicio me ayuda a combatir el desfasaje del horario.
En un sentido más amplio, todos escribimos nuestro propio destino.
Toma el destino en tus propias manos.
El éxito no es un destino, sino el camino en el que estás. Ser exitoso significa que estás trabajando duro y andando tu camino todos los días. Solo puedes vivir tu sueño trabajando duro para lograrlo. Eso es vivir tu sueño.
Un país, una constitución, un destino.
Que se vea en la bandera bajo la cual nos congregamos en cada exigencia, que tenemos un país, una constitución, un destino.
Bienaventurados los pueblos cuyos dirigentes pueden mirar al destino a los ojos sin amedrentarse pero también sin intentar jugar a ser Dios.