Citas de George McGovern

Yo era el chico que estaba constantemente hablando en contra de la guerra de Vietnam. No me arrepiento de eso.

Al menos he impedido la posibilidad de culminar demasiado pronto.

El más alto patriotismo no es una aceptación ciega de la política oficial, sino un amor profundo por la patria lo suficiente como para llamarla a un plano superior.

Realmente es cierto que un orador es simplemente un hombre de bien hábil en la elocuencia.

No se postula uno para la presidencia por pura nostalgia.

Creo que al país le está desagradando Washington en parte debido a la decadencia de la cortesía en el gobierno.

Estoy harto de los hombres viejos imaginando guerras para que los hombres jóvenes mueren en ellas.

Cuando estaba en la guerra, fui afortunado de estar en un avión y nunca vi a la matanza en primer plano.

Me he dado cuenta de que proteger la libertad de elección en nuestra vida cotidiana es esencial para mantener una sociedad civil saludable.

Estoy harto de un sistema que degrada al fumador de marihuana y deja libre al gran mafioso de la droga.

Siempre me consideré un liberal moderado, un luchador por la paz y la justicia. Nunca me consideré como tan alejado de todo eso.

De los secretos y engaños en lugares altos, vuelve a casa, América. Del gasto militar tan desmedido que debilita nuestra nación, vuelve a casa, América.

Creí que la guerra de Vietnam fue un total y absoluto desastre, por lo que me fue muy difícil decir algo bueno sobre ella.

Tengo una inquietud muy profunda con respecto al Presidente Obama poniendo otras 21.000 tropas en Afganistán con la promesa de más en el futuror.

De alguna manera los políticos han llegado al convencimiento de que una campaña negativa reditúa en las elecciones.

Cuando era pequeño, mi desventaja más grave era una dolorosa timidez ante la presencia de extraños.

Mi corazón sangra a veces por aquellos que están sufriendo en mi propio país y en el extranjero.

Bien, debemos agitar, incluso hasta las lágrimas, por los males de la sociedad.

La empatía nace del viejo mandamiento bíblico, 'Ama a tu prójimo como a ti mismo'.

Si eres Ministro de defensa de Irán, creo que deberías tratar de desarrollar al menos un arma nuclear para salvarte de lo que le pasó a Irak.