Citas de William Hazlitt
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El amor a la libertad es el amor a los demás; el amor al poder es el amor a nosotros mismos.

El verdadero bárbaro es aquel que piensa que todo es bárbaro excepto sus propios gustos y prejuicios.

Las viejas amistades son como las carnes servidas de forma repetida: desagradables, frías y sin consuelo. El estómago se vuelve en contra de ellas.

Por lo general, alguien seguramente tiene que ser la víctima de una broma.

Todo está en movimiento. Todo fluye. Todo está vibrando.

Encontramos muchas cosas las cuales la única tentación que tienen es su propia prohibición.

Hay un orgullo secreto en el corazón de cada ser humano que se rebela contra la tiranía. Puede ordenar e impulsar a un individuo, pero no puede hacer que lo respete.

Algunas personas rompen promesas por el gusto de romperlas.

Sabes más de un camino por haberlo caminado que por todas las conjeturas y las descripciones del mundo.

El pintor más humilde es un verdadero erudito; y el mejor de los eruditos es el erudito de la naturaleza.

No hay un prejuicio tan fuerte como el que se deriva de una exención imaginaria de todo prejuicio.

Si crees que puedes ganar, puedes ganar. La fe es necesaria para la victoria.

Dar una razón para todo es engendrar una duda de ello.

Las normas y los modelos destruyen el genio y el arte.

No hay reglas para la amistad. Debe dejarse a sí misma. No la podemos forzar más que al amor.

Cada hombre, en su propia opinión, forma una excepción a las reglas ordinarias de la moralidad.

El que se subestima a sí mismo es subestimado justamente por los demás.

No soy inteligente, pero me gusta observar. Millones vieron a la manzana caerse, pero Newton fue el que preguntó por qué.

La esperanza es la mejor posesión. Nadie es más completamente desdichado que los que no tienen esperanza. Pocos se reducen a algo tan bajo.

Quienes están en guerra con otros no están en paz con ellos mismos.