Citas de William Congreve
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El cielo no tiene rabia, como el amor convertido en odio, ni el infierno furia, como una mujer despreciada.
Hay en la belleza verdadera, así como en el coraje, algo que las almas estrechas no pueden atreverse a admirar.
Ella se quiere a sí misma, pero odia a otros, por lo que aprecia en sí misma. Y mientras ella se ríe de ellos, se olvida que ella misma es lo que desprecia.
Aquel que cierra sus oídos a las opiniones de los demás demuestra poca confianza en la integridad de sus propias opiniones.
Un lobo hambriento correrrá a toda la manada con la esperanza de que entre tantos, pueda asegurarse al menos una presa.