Citas de Umberto Eco
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A veces es difícil captar la diferencia entre identificarse con sus propias raíces, comprender a las personas con otras raíces y juzgar lo que es bueno o malo.

El teléfono móvil... es una herramienta para aquellos cuyas profesiones requieren de respuesta rápida, como médicos o fontaneros.

Hay más libros en el mundo que horas para leerlos. Por tanto estamos profundamente influidos por libros que aún no hemos leído, que no hemos tenido tiempo para leer.

Escribo lo que escribo.

Leer un libro de papel es otra experiencia: lo puedes hacer en un barco, en la rama de un árbol, en tu cama, incluso si hay un apagón.

Uno puede ser un gran poeta y ser políticamente estúpido.

Un sueño es una escritura y muchas escrituras no son más que sueños.

La obra de Homero incide una y otra vez en el topos de lo inexpresable. Es algo que la gente siempre hará.

Mi padre era un contador y su padre era un tipógrafo.

En la adolescencia escribí libros de historietas, porque leí muchas de ellas, y novelas de fantasía en Malasia y África Central.

Berlusconi es un genio en la comunicación. De lo contrario, él nunca se hubiera vuelto tan rico.

Debido a las mentiras, podemos fabricar e inventar un mundo posible.

Todos los europeos salen a la calle y ven las iglesias medievales. Salvo que vivan en Indianápolis.

En un momento determinado, decidí escribir una historia. Ya no tenía niños pequeños para contarles historias.

Me considero a mí mismo como un profesor serio que, durante el fin de semana, escribe novelas.

La Ilustración, la edad de la razón, se considera como el inicio de la depravación moderna.

Cuando alguien tiene que intervenir para defender la libertad de prensa, esa sociedad está enferma.

Los franceses, los italianos, los alemanes, los españoles y los ingleses han pasado siglos matándose.

Tenemos un límite, un límite muy desalentador y humillante: la muerte.

Nos gustan las listas porque no queremos morir.