Citas de Jacques Yves Cousteau
Cuando un hombre, por la razón que sea, tiene la oportunidad de llevar una vida extraordinaria, él no tiene derecho a callarlo.
Si fuéramos lógicos, el futuro sería de hecho, desolador. Pero somos más que lógicos. Somos seres humanos y tenemos fe, tenemos esperanza y podemos trabajar.
Lo cierto es que el estudio de la psicología humana, si se realizara exclusivamente en las prisiones, daría lugar a la tergiversación y a generalizaciones absurdas.
La humanidad ha hecho probablemente más daño a la Tierra en el siglo XX que en toda la historia de la humanidad.
Debemos sembrar en el mar y pastorear sus animales utilizando el mar como agricultores y no como cazadores. De eso se trata la civilización — la caza reemplazada por la agricultura.
La conciencia de nuestro medio ambiente vino progresivamente en todos los países con diferentes puntos de venta.
El hombre, de todos los animales, es probablemente el único que se considera a sí mismo como un gran manjar.
Desde que nace, el hombre lleva el peso de la gravedad sobre sus hombros. Está sujetado a la tierra. Pero el hombre solo tiene que hundirse debajo de la superficie y está libre.
Ningún acuario, ningún tanque en una tierra marina, sin importar qué tan espacioso sea, puede duplicar las condiciones del mar. Y ningún delfín que habite en uno de esos acuarios o en una de esas tierras marinas puede considerarse normal.
Si vamos en el camino que hemos ido, la culpa es nuestra avaricia y si no estamos dispuestos a cambiar, vamos a desaparecer de la faz de la tierra, para ser reemplazados por el insecto.
El mar, el gran unificador, es la única esperanza del hombre. Ahora, como nunca antes, la vieja frase tiene un significado literal: todos estamos en el mismo barco.
El camino al futuro nos lleva a estrellarnos contra la pared. Nosotros simplemente rebotamos las alternativas que el destino ofrece. Nuestra supervivencia no es más que una cuestión de 25, 50 o tal vez 100 años.
Cuan fragmentado el mundo, por más intensas las rivalidades nacionales, es un hecho inexorable que nos volvamos cada día más interdependientes.
¿Qué es un científico después de todo? Es un hombre curioso mirando a través de un ojo de una cerradura, la cerradura de la naturaleza, tratando de saber lo que está sucediendo.
La verdadera cura para nuestros problemas ambientales es entender que nuestro trabajo es salvar a la Madre Naturaleza. Nos enfrentamos a un enemigo formidable en este campo. Se trata de los cazadores... y convencerlos de dejar sus armas en la pared será muy difícil.