Citas de T. E. Lawrence
Todos los hombres sueñan, pero no igual. Quienes sueñan de noche en los polvorientos recovecos de sus mentes, se despiertan en el día para darse cuenta que era vanidad: pero los soñadores de día son hombres peligrosos, porque pueden actuar sus sueños con los ojos abiertos, para hacerlos posibles.
Nueve décimas de tácticas son ciertas y enseñadas en libros: pero la décima irracional es como el martín pescador que parpadea a través de la piscina, y esa es la prueba de las generales.
Cuando estoy enojado, le ruego a Dios que mueva nuestro globo en el sol ardiente e impida los dolores de quien no ha nacido aun, pero cuando estoy contento, quiero permanecer para siempre en la sombra, hasta convertirme en una sombra yo mismo.
He sido y estoy absurdamente sobrevalorado. No hay superhombres y soy bastante común, y lo diré independientemente de los resultados artísticos. En ese punto, soy una de las pocas personas que dice la verdad sobre mí.
El beduino no podía buscar a Dios dentro de él: estaba demasiado seguro de que estaba dentro de Dios.
Toda la revisión en el mundo no rescatará a un primer borrador malo: pues la arquitectura de la cuestión viene o no logra venir en su primera concepción y la revisión sólo afecta el detalle y los adornos, ¡por desgracia!
La gente de Inglaterra ha sido llevada en Mesopotamia a una trampa de la que resultará difícil escapar con dignidad y honor.