Citas de Orison Swett Marden
A menos que la generosidad del espíritu prevalezca entre los hombres, nunca habrá sobre la tierra una vida ideal.
El universo es un gran jardín de niños para el hombre. Todo lo que existe ha traído consigo su propia lección peculiar.
Una de los beneficios más grandes que pueden venir a un ser humano es haber nacido en una granja y ser criado en provincia. La autosuficiencia y la determinación se desarrollan más en la provincia.
Debemos dar más para conseguir más. Es la entrega generosa de nosotros mismos la que produce la cosecha abundante.
Dentro de lo más profundo del hombre habitan ciertos poderes dormidos; poderes que le asombrían, que nunca soñó poseer; fuerzas que revolucionarían su vida si despertaran y se pusieran en acción.
Quien mejora sus oportunidades de hacer algo siembra una semilla que dará fruto, brindando así oportunidades a sí mismo y a otros.
Es el ocioso, no el gran trabajador, el que siempre se queja de que no tiene tiempo ni oportunidades.
El exito no se mide por lo que uno logra, sino por la oposición que encontrado y el coraje con el que has mantenido la lucha contra probabilidades abrumadoras.
La alegría mantiene joven el corazón y la cara. Una buena risa nos hace mejores amigos de nosotros mismos y de todos los que nos rodean.
Si no te sientes creciendo en tu vida laboral y tu ampliación y profundización, si tu tarea no es un tónico perpetuo para ti, no has encontrado tu lugar.
Una lucha constante, una batalla incesante para traer éxito del entorno inhóspito, es el precio de todos los grandes logros.
El fracaso no existe para el hombre que no ha perdido su valor, su carácter, su respeto por sí mismo o su confianza en sí mismo. Sigue siendo un rey.
El hombre que no tiene dinero es pobre, pero el que solo tiene dinero es más pobre todavía. Sólo es rico quien puede disfrutar sin ser un propietario; solo es pobre quien es codicioso aunque tenga millones.
Cada hombre o mujer joven debe evaluar bien el asunto antes de concluir que una educación universitaria está fuera de lugar.
El desaliento, el temor, la duda, la falta de confianza en uno mismo, son los gérmenes que han matado la prosperidad y la felicidad de decenas de miles de personas.
El logro no es siempre éxito, mientras el presunto fracaso suele serlo. Es esfuerzo honesto, esfuerzo persistente para hacer lo mejor posible bajo cualquier circunstancia.