Citas de Nikos Kazantzakis

Ya que no podemos cambiar la realidad, cambiemos los ojos que ven la realidad.

Mi alma entera es un grito, y todo mi trabajo es un comentario acerca de ese grito.

Le dije al almendro, "Amigo, háblame de Dios", y el almendro floreció.

Hay solamente una mujer en el mundo. Una mujer, con muchas caras.

No espero nada. No le temo a nada. Soy libre.

Para tener éxito, primero debemos creer que podemos.

Todo gran viajero crea siempre el país a donde viaja.

La belleza es cruel. No la ves, ella te mira y no olvida.

Mi principal angustia y la fuente de todas mis alegrías y tristezas, ha sido la incesante batalla implacable entre el espíritu y la carne.

La felicidad es un simple milagro cotidiano, como el agua, y no somos conscientes de ello.

Toda mi vida luché por expandir mi mente al punto de la ruptura, hasta que comenzó a crujir, con el fin de crear un gran pensamiento que podría ser capaz de dar un nuevo significado a la vida, un nuevo significado a la muerte y consolar a la humanidad.

Los verdaderos maestros se utilizan a ellos mismos como puentes que invitan a sus estudiantes a cruzar; entonces, habiendo facilitado su travesía, con alegría colapsan, animándolos a crear puentes propios.

Detrás de cada mujer se levanta el rostro austero, sagrado y misteriosa cara de Afrodíta.

Da rienda suelta a tu juventud. No volverá, así que sé audaz y no te arrepientas.

Todo en este mundo tiene un significado oculto.

El verdadero significado de la iluminación es mirar con los ojos intactos a toda la oscuridad.

Lucho por aceptar todo el círculo de la actividad humana al máximo de mi capacidad.

Mi 'informe al Greco' no es una autobiografía.

¡Dios odia a un medio diablo diez veces más que a un diablo completo!

¡Qué vida milagrosa y qué semejantes son todas las almas cuando envían sus raíces profundamente y se encuentran y son una!