Citas de Marianne Williamson
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En cada comunidad hay trabajo por hacer. En cada nación hay heridas que sanar. En cada corazón está el poder para hacerlo.
El hombre que amo puede decidir mañana que él no me ama más — pero si mi corazón permanece abierto, aguantaré la tormenta.
Querido Dios, por favor envíame el espíritu de tu paz. Luego envía de mi parte, querido Señor, el espíritu de la paz a todo el mundo. Amén.
Recibimos su paz cuando se la pedimos. Mantenemos su paz extendiéndola a los demás. Ésas son las claves, no existen otras.
A medida que no volvemos canales más puros para la luz de Dios, desarrollamos un apetito por la dulzura que es posible en este mundo. Un trabajador del milagro no está orientado hacia la lucha contra el mundo que es, sino para crear el mundo que podría ser.
La única tarea que a la larga traerá el bien a cualquiera de nosotros, es la tarea de contribuir a la sanación del mundo.
Uno le pone a alguien la etiqueta de 'New Age' y es una burla automática: 'No hay forma posible de que sea pensadora seria'.
Experimentamos a Dios en la medida en que amamos, perdonamos y nos enfocamos en el bien de otros y de nosotros mismos.
Tendemos a la falta de humildad hacia el amor, de tratarlo condescendientemente en lugar de arrodillarnos ante él, de anteponer consideraciones mundanas antes la necesidad emocional de tener a alguien en nuestros brazos.
Tenemos el mismo espíritu a los 60 años que el que teníamos a los 40, y el mismo espíritu a los 25 años que cuando teníamos 5.
Yo creo que la oración es como un salvavidas espiritual que me transporta de regreso a donde más quiero estar.