Citas de Madeleine Albright
(página 2)

Creo que las relaciones personales que establecí tuvieron importancia en cuanto a lo que logré hacer. Y sí llevé los asuntos de la mujer al centro de nuestra política exterior.

El odio, sentimentalismo y la frustración no son reglas.

Mis padres eran de la generación que pensaba que eran los hijos de una Checoslovaquia libre, la única democracia en Europa central.

Bueno, lo que aprendí de un diplomático es que las relaciones humanas, en definitiva, hacen una gran diferencia.

Las mujeres tienen que ser oyentes activos e interruptores — pero cuando interrumpes, tienes que saber de lo que estás hablando.

Nunca he estado en Nueva Zelanda antes. Pero uno de mis modelos a seguir, Xena, la princesa guerrera, viene de ahí.

Para alguien que ama la política exterior, ser Secretaria es el mejor trabajo del mundo, pero no pasa dos veces.

El mejor libro, como el mejor discurso, lo hace todo — nos hace reír, pensar, llorar y gritar — preferiblemente en ese orden.

Hillary Clinton siempre estará ahí para ti. Y solamente recuerda, hay un lugar especial en el infierno para las mujeres que no se ayudan mutuamente.

Lo he dicho muchas veces, que parece haber suficiente espacio en el mundo para hombres mediocres, pero no para mujeres mediocres, y realmente tenemos que trabajar muy, muy duro.

La burocracia de las Naciones Unidas ha crecido hasta alcanzar proporciones elefantiásicas. Ahora que la guerra fría ha terminado, le estamos pidiendo al elefante que haga gimnasia.

Como líder, tienes que tener la capacidad de asimilar nueva información y entender que podría ser una visión diferente.

Mucha gente piensa que las relaciones internacionales son como un juego de ajedrez. Pero no es un juego de ajedrez, donde la gente se sienta tranquilamente, pensando en su estrategia, tomándose su tiempo entre movimientos. Es más como un juego de billar, con un montón de bolas agrupadas.

Me tomó bastante tiempo desarrollar una voz, y ahora que la tengo, no voy a estar en silencio.

Soy una persona que soluciona problemas.

Las mujeres no podemos hacer todo al mismo tiempo, necesitamos comprender que los hitos en nuestras vidas ocurren en segmentos.

Me gusta usar prendedores, y nadie me dice que lo haga.

Creo que las mujeres quieren cuidar de sí mismas, y creo tener voz y voto en cuanto a cómo se hace eso, es muy importante.

Me encantó ser Secretario de Estado, eso es probablemente evidente para aquel que me vio.

Así que la gente está hablando de revolución. Qué revolución sería tener una mujer presidenta.